El Oviedo no dio la cara en Vitoria. Apenas apareció en un partido en el dos errores defensivos en el tramo inicial le condenaron a una derrota justa. Los azules fueron un equipo plano, sin ideas y lo que es peor sin intensidad. Si a ello se añade la falta de contundencia en defensa, el fracaso es casi seguro.

Eso fue lo que pasó ayer en Vitoria dónde los azules ofrecieron una cara muy distinta a la que mostraron ocho días antes ante el Lugo. Ayer, regalaron los primeros 45 minutos. Intentaron reaccionar en la segunda, pero lo hicieron de manera tímida y sin argumentos para al menos haber maquillado el marcador. Es un aviso y lo bueno es que la Liga sólo acaba de empezar, pero el cambio tiene que ser muy grande.

En la primera mitad, el Oviedo apenas existió ante un Alavés al que le bastaron dos remates entre los tres palos para conseguir una clara ventaja en el marcador.

El partido no pudo comenzar peor para los azules. Sin apenas tiempo para asentarse en el terreno de juego, en el minuto cinco, en la primera llegada del Alavés, un mal entendimiento en el despeje entre Esteban y Fernández acabó con el balón en la red impulsado por el defensor azul.

El Oviedo trató de reaccionar, pero con más ganas que acierto. No tenían continuidad en el juego ante un Alavés que no se complicaba. Defendía con intensidad, presionando bien la salida del balón de los oviedistas, y esperaba con calma a que se presentase su oportunidad.

Un disparo de falta de Susaeta fue el primer acercamiento a la portería rival del Oviedo, mientras que el Alavés aprovechó su segunda oportunidad, en otro error de la zaga azul para poner el dos a cero en el marcador.

Con el partido cuesta arriba ya en el minuto 16, el Oviedo pasó a tener el balón, pero le faltaba claridad de ideas y velocidad para intentar sorprender a un Alavés al que le bastaba su orden defensivo para no pasar por situaciones de peligro.

Los mejores momentos de los azules llegaron en el último cuarto de hora de la primera mitad en los que además crearon sus primeras ocasiones claras. La primera de ellas fue una jugada por la banda derecha y posterior disparo de Susaeta que Pacheco desvió con apuros a córner, y en lanzamiento de éste, el remate de cabeza de Linares salió fuera.

Un disparo de Héctor Font desde fuera del área, que salió alto y un gol anulado a Linares, por falta previa, cerraron las aproximaciones azules al área de un rival que seguía mantiéndose muy cómodo en el campo y más al tener dos goles de ventaja. ndas

En la segunda mitad, Sergio Egea trató de darle más poder ofensivo al Oviedo. Dio entrada a Borja Valle y Aguirre, en lugar de Jonathan Vila y Héctor Font, con lo que Susaeta pasó a jugar por dentro con Borja Valle, y Aguirre y Hervías en las bandas.

El Alavés, al igual que había sucedido en la primera mitad, salió mejor y además dispuso de una clara ocasión en un remate de Juli, en el minuto 50, que Esteban desvió con acierto a saque de esquina.

En ese tramo inicial, al Oviedo le costaba en exceso dar continuidad a su juego, ya que apenas tenía la posesión, algo que parecía iba a cambiar a partir del minuto 64 cuando en dos oportunidades encadenadas, con remates de Linares y Borja Gómez, los azules estuvieron cerca de acortar distancias.

Con la entrada de Toché, en el último cuarto de hora, los oviedistas pasaron a jugar con dos delanteros, pero el guión del partido no cambió y Alavés supo manejar con soltura y sin agobios el tramo final del partido.