Ni una excusa. Jon Erice, que portó el brazalete de capitán del Oviedo el domingo ante el Alavés, no puso paños calientes ni justificó de forma alguna la imagen mostrada por el equipo azul en la derrota (2-0) de Mendizorroza. "El equipo no estuvo a la altura del partido", comenzó diciendo en su comparecencia tras la sesión regenerativa que realizó ayer el equipo en El Requexón.
El navarro ya ha tenido que asumir en otras ocasiones la responsabilidad de dar la cara tras una derrota. Y ahora, como segundo capitán, le tocará hacerlo más veces si es que vuelve a ser necesario. "Pésimo". Así calificó el partido que hicieron ante el Alavés. Un naufragio en todos los aspectos, "a nivel individual y colectivo": "No estuvimos bien en intensidad, ni en los duelos uno contra uno, ni en la creación ni en la destrucción de juego", añadió el centrocampista.
Tampoco le sirve a Jon Erice lo sucedido el domingo como una advertencia. Y es que considera que ya estaban "avisados": "No debe ser un aviso porque ya debíamos estar avisados, No nos pilla de sorpresa. Hay jugadores con 300 partidos, 200 partidos, no sé, con muchísimos partidos, y no nos tiene que sorprender". El navarro no salva a nadie de la quema: "Fue un partido muy malo del equipo, de todos y cada uno de los jugadores que saltamos de inicio. En el minuto veinte habíamos perdido el partido".
Ni una cierta reacción en la segunda parte concede Erice al equipo: "En la segunda parte ellos bajaron la intensidad. Fue más demérito suyo que mérito nuestro". Y es que tras el segundo gol del Alavés el encuentro ya estuvo "condicionado": "En la segunda parte, a partir del 2-0, se pueden sacar muchas conclusiones pero todas condicionadas por el resultado que te has ganado tener en contra". Para el centrocampista "no se puede salir al campo 0-0, con un partido bonito y un ambiente increíble, y dar la imagen que dimos en la primera media hora".
Erice, en el campo, tiene la misión de dar solidez al equipo. No es un jugador del que se esperen grandes regates, sino que ayude a la defensa cortando con contundencia las jugadas del contrario y que colabore en dar fluidez en la salida del balón. Fuera del campo también es un futbolista contundente, capaz de reconocer que ante el Alavés lo hicieron "todo mal": "No acertábamos ni a dar cuatro pases seguidos, ni a llegar a una disputa, ni siquiera en una segunda jugada. Nos fueron comiendo", añadió.
Todas estas críticas no impiden a Erice seguir mirando hacia adelante. Y el próximo objetivo es el partido ante el Albacete, en el que esperan lograr su primera victoria de la temporada, la primera del regreso a Segunda: "Estamos pensando en el Albacete ya. Es nuestro próximo objetivo. Hemos de corregir todas las cosas que se hicieron mal e intentar que no se vuelvan a repetir para que podamos competir realmente el partido. Empezando por el inicio, sabemos como debemos salir, y ahora tenemos realmente que estar a la altura del partido".
Y es que el Oviedo está obligado a mejorar su imagen para acercarse a lo que esperan en el club, donde consideran que han formado la plantilla más potente de la categoría. Una plantilla que, según Erice, no sólo "puede" sino que "debe" dar más de lo visto en Vitoria: "Esta plantilla puede y debe dar mucho más. Estoy seguro de que no somos lo que fuimos ante el Alavés. El domingo (ante el Albacete) tenemos otra oportunidad, debemos subir muchísimo a nivel individual y colectivo para poder competir y sacar tres puntos, que es lo que queremos. Para conseguirlo tenemos que mejorar muchas cosas". Mañana, tras un día de descanso para reflexionar, se pondrán a ello.
