La primera victoria del Oviedo fuera de cada no admite dudas. Los azules fueron muy superiores, en juego y ocasiones, a un Tenerife que desde el inicio del partido acusó sus urgencias y apenas planteó problemas durante los noventa minutos a un equipo oviedista que realizó un partido completo, en defensa y en ataque.

El conjunto de Sergio Egea sabía que una de las claves era recuperar el balón en campo contrario y así lo hicieron. Presionaron la salida del balón y dejaron al Tenerife sin ideas y entregado.

La principal novedad en el equipo que presentó el técnico azul, Sergio Egea, fue la presencia de Omgba formando pareja con Erice en el primer partido del camerunés como titular en Liga. El resto del equipo fue el que ganó en la pasada jornada al Albacete.

El Oviedo entró mucho mejor que el Tenerife en el partido. Los azules tuvieron el control del balón ante un conjunto local muy nervioso y desacertado que era incapaz de dar dos pases seguidos. Los azules dieron el primer aviso a balón parado en una falta desde la banda derecha sacada por Susaeta que Linares remató al larguero, aunque el árbitro la invalidó al entender que el delantero azul cometió falta. Sin embargo, en otra acción idéntica, al minuto siguiente, aunque esta vez desde la banda izquierda, la falta de Susaeta la remató Linares a la red.

El tanto no hizo más que acrecentar la superioridad de un Oviedo que se sentía muy cómodo en el campo.No pasaba por ningún apuro defensivo y además cada vez que recuperaba el balón era muy vertical poniendo siempre en jaque a la defensa canaria.

Los azules tenían casi siempre el balón y además lo jugaban con criterio ante un Tenerife que seguía encadenando fallo tras fallo en la salida del balón. En uno de ellos, en el minuto 23, el Oviedo dispuso de una gran oportunidad para encarrilar el marcador, pero Borja Valle optó por la acción individual cuando la mejor opción era el pase atrás a Linares y su disparo fue detenido por Dani Hernández

Los azules era superiores y además lo demostraban cada vez que se acercaban área de un Tenerife que seguía sin encontrar soluciones.Prueba de ello, es que su única ocasión de la primera mitad fue una jugada individual de su delantero Lozano que finalizó con un remate que se estrelló en el lateral de la red, en el minuto 35.

Así finalizó una primera mitad en la que los azules, de haber tenido más acierto en el remate, podían haber decantado ya el partido a su favor.

La segunda parte se inició con el mismo guión. El Tenerife seguía sin resolver sus problemas con el balón ante un Oviedo que manejaba bien los tiempos y que además logró consolidar su ventaja con un gran remate de cabeza de Borja Valle ante el que nada pudo hacer Dani Hernández.

El tanto fue una losa para el Tenerife y también para los aficionados locales que empezaron a recriminar las acciones de su equipo incapaz de plantar cara a los azules.Tuvo que ser una jugada aislada, en una falta rapidamente sacada por los canariso que finalizó con un remate escorado de Aitor Sanz que se estrelló en el larguero, para ver el primer disparo de los locales entre los tres palos, en el minuto 64.

Fue un espejísmo, ya que el Oviedo siguió dominando el encuentro con una superioridad abrumadora. Los locales tan sólo inquietaron una vez más cuando el tiempo ya estaba cumplido en una mano a mano del delantero Lozano que el portero azul resolvió con garantías.

En definitiva, partido completo de los azules y primera victoria fuera de la temporada.