El encuentro disputado en Elche deja un nombre propio en el Oviedo. La entrada de Edu Bedia al terreno de juego cambió el signo del encuentro para los carbayones, que comenzaron a contar con más posesión de balón y a arrinconar al Elche.

El futbolista cántabro, que encara su primera temporada en el conjunto azul, nunca se había encontrado con una situación similar a la vivida en el Martínez Valero, tener que relevar a un compañero con tan poco tiempo transcurrido. Sin embargo, Bedia advierte que "para eso estamos en el banquillo, para que cuando nos necesite el entrenador, nos tenga a su disposición".

El propio Bedia reconoce que el equipo iba por el buen camino a medida que transcurrían los minutos sobre el césped del estadio ilicitano y cree que "aunque no hubiese entrado, el equipo habría ido a más, ya que es algo que nos sucede en todos los partidos". En el plano personal, el ex del Munich 1860 reconoce que la carga de minutos en los partidos le sienta bien. "Llevaba tiempo sin jugar y, aunque tengo una base de estar entrenando y compitiendo poco a poco, lo que me falta es ir cogiendo ese ritmo que solamente dan los partidos", asegura.

Y es que, durante su experiencia alemana, una pubalgia limitó la participación de Edu Bedia con el equipo muniqués durante gran parte de la campaña. Es por ello por lo que el aumento de participación en los encuentros es algo positivo para el cántabro, quien cree que, "hasta que no tienes el ritmo de partidos, no haces el juego que realmente quieres".

Tras saltar al terreno de juego, Edu Bedia se situó en la posición de mediocentro, una posición en la que se siente cómodo. "He jugado tanto de mediocentro como de mediapunta, e incluso por delante del pivote en el 4-1-4-1 y me es indiferente la posición en la que pueda jugar", considera. Sin embargo, el cántabro solamente tiene una misión en ese aspecto; "intentar hacerlo lo mejor posible, al igual que el resto de mis compañeros".

Para el futbolista azul, la temporada está transcurriendo de una manera aceptable para el club, ya que, según apunta, "en todos los partidos competimos y poco a poco se irán viendo mejoras, ya que han llegado muchos jugadores nuevos". En ese aspecto, una de las ventajas del equipo oviedista es la posibilidad de contar con dos futbolistas de nivel por cada puesto, lo cual, significa para Bedia " la posibilidad de competir en cada entrenamiento día a día, algo que viene bien a todo el equipo, para que nadie se duerma".

La Segunda División se distingue por la igualdad para el centrocampista del Oviedo. En ese aspecto, destaca que "cualquiera puede ganar a cualquiera" y admite que es necesario "ser constante y competitivo". El jugador cántabro rememora su experiencia con el filial del Barcelona, donde " estábamos en descenso en la jornada 15 y terminamos la liga en tercera posición".

La clave, se resume para Edu Bedia en tratar de minimizar las dinámicas negativas. "Es una liga muy larga, en la que hay rachas buenas y malas y en la que el equipo que mejor sepa llevar las malas va a terminar arriba".