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Un Oviedo de varias caras

La entrada de Bedia en el campo y la apuesta por dos delanteros puros en la recta final, alternativas de Egea al planteamiento inicial en Elche

Cervero protege el balón presionado por Omgba ante la mirada de Iñaki Domínguez. MARÍA GÓMEZ

Bedia entró por Omgba y el cambio de cromos tuvo efectos inmediatos. Un golpe de efecto al partido. Quizás el Elche se echó unos metros para atrás facilitando el asedio. O puede que todo se reduzca a los méritos azules. Egea resumió el cambio en pocas palabras. "Buscaba un futbolista de otro tipo, con otro pie", expresión usada por el técnico para la entrada de un centrocampista de más calidad aunque menos físico que Omgba. Como ya ocurrió en algunas ocasiones de la temporada pasada, el argentino supo reaccionar a tiempo.

No es la primera vez que Egea ordena un cambio de rumbo tan rápido. Una medida similar fue la que tomó el argentino la temporada pasada ante el Valladolid V. Con 2-0 en el marcador, Egea ordenó la entrada de Cervero y pasó a jugar con dos delanteros. También en aquella ocasión el damnificado fue Omgba. Antes, Eneko, un extremo, había suplido al lesionado Eneko. El Oviedo logró igualar el choque pero acabó sucumbiendo en los minutos finales, víctima de una alegría poco recomendable a atacar sin descanso: 4-3.

Pero seguramente, el cambio de rumbo ordenado por Egea más celebrado por el oviedismo fue en el play-off, en la fase más decisiva. Con 0-1 a favor del Cádiz en el Tartiere, el técnico introdujo en el campo a Sergio García y Cervero. El Oviedo pasó inmediatamente a un estilo más directo, con la portería de Aulestia como último objetivo. El extremo estrelló un disparo en el palo y Cervero hizo el empate. La puerta quedaba abierta para la vuelta del Carranza, el culmen de las alegrías.

"A veces te imaginas un partido que luego no se va". Una de las reflexiones de Egea en la sala de prensa del Martínez Valero sonaba a reconocimiento de errores. Como si quisiera justificar la apuesta por un doble pivote formado por Erice y Omgba, dos futbolistas más válidos para la presión que para la construcción. Bedia tomó el mando desde que salió a la media hora de juego y el Oviedo pasó a protagonizar el choque.

Ahora, Egea tiene más margen de maniobra. El club le ha obsequiado con una plantilla más amplia, más completa y con futbolistas, además, más versátiles que la pasada campaña. Siempre que las lesiones no mermen la capacidad del grupo, así ocurrió la semana pasada, el argentino tiene la opción de diseñar varias alternativas al juego.

Elche fue el mejor ejemplo. El primer impulso de Egea fue el de plantar sobre el Martínez Valero un equipo rocoso, preparado para presionar, robar y correr. Hervías formó por detrás de Linares, ambos dispuestos para la presión en el inicio de jugada ilicitana. Cuando el marcador se puso adverso y las sensaciones no invitaban al optimismo, llegó el plan B, el que exigía a Bedia en el campo y la pelota en posesión de los carbayones.

Pero no fue el único retoque durante el partido. En el minuto 60, Toché entró al terreno de juego. Lo hizo por Aguirre, con lo que el equipo pasó a jugar con dos delanteros puros. La escasa conexión entre Linares y Toché le dio la alternativa a Cervero, que sustituyó al aragonés. Con el sistema de dos delanteros llegó el empate.

El inicio de temporada se está encargando de confirmar que las declaraciones de Egea sobre la ventaja de contar con una plantilla amplia no son meras palabras. Hasta la fecha, el argentino ha hecho participar en los encuentros de Liga a 18 futbolistas de su plantilla. Solo tres han disputado todos los minutos, los 540 en liza: Esteban, José Fernández y Peña. Otros de los habituales son Borja Gómez (516 minutos), Erice (515), Hervías (511), Susaeta (501), Linares (500) y David Fernández (450).

A partir de ahí se produce un salto en la contribución liguera de los pupilos de Egea. Borja Valle ha participado en 262 minutos, Aguirre (210), Omgba (194), Font (180), Jonathan Vila (172), Bedia (124), Toché (93), Verdés (90) y Cervero (12). Aún no se han estrenado en Liga Miño, Generelo, Bautista, Nacho López y Koné.

El Oviedo aún se encuentra en plena fase de adaptación a la categoría. Como si estuviera meditando qué tipo de equipo quiere ser. A veces opta por ser protagonista con la pelota y en otras ocasiones espera al rival. La plenitud física de los futbolistas a las órdenes de Egea también afecta los planes. Hay dos nombres que están subrayados en la libreta del técnico: Edu Bedia y Koné.

Cuando el entrenador pueda contar con los dos a pleno rendimiento, al Oviedo se le abrirán nuevas vías. Con Bedia, el Oviedo gana en calidad y capacidad de posesión. El estilo de ataque varía con el cántabro en el campo. "Hace que el equipo rival nos espere en su campo", analizaba Egea el domingo.

La incorporación de Koné invita a pensar en una transformación aún más profunda en el juego del Oviedo. Al menos en el ataque. El marfileño puede actuar como nueve o por detrás del mismo.

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