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Egea prepara la artillería

El Oviedo jugará por primera vez con dos delanteros desde el inicio y reforzará el medio con Vila como compañero de Erice

Para que no suene a asunto demasiado trascendente, Egea trata de rebajar la seriedad. "¿Qué si sigo dándole vueltas a lo del centro del campo? No, ya no. Ya me he cansado", bromea. "Lo tengo claro y vamos a ir con lo que tengo claro", añade. ¿La claridad se la da Erice y Vila como pivotes? "Puede ser?", se limita a contestar el técnico.

El penúltimo ensayo de la semana en El Requexón parece reforzar esa teoría. Egea está dispuesto a meter más músculo en el centro del campo, con la presencia de Jonathan Vila, una vez recuperado de su rotura de fibras, como acompañante de Erice, aunque los planes también prevén que desaparezca la figura del media punta. Uno de los pilares del sistema de Egea desde que aterrizó en Oviedo.

"Cabe la posibilidad de jugar con dos delanteros. Es una opción que me parece muy interesante porque tenemos cuatro nueves muy buenos", reconoce el técnico. En su lenguaje es casi como reconocer que cambiará el sistema. Lo visto en el entrenamiento unido a las reflexiones de Egea en la sala de prensa apuntan a que el Oviedo mutará la forma del equipo. Por primera vez en la presente campaña, los azules jugarán con dos delanteros puros desde el primer minuto. Un guiño a los delanteros, quizás la posición más atractiva de este Oviedo. Egea tiene a su disposición cuatro atacantes con cartel (Linares, Toché, Koné y Cervero) y por fin tiene a los cuatro sanos. Aunque a alguno, especialmente Koné y en menor medida Toché, aún le queden kilómetros de rodaje.

Tomando el ensayo de El Requexón por bueno, Linares y Toché serían los elegidos para formar en la punta. Es una fórmula que durante la temporada se ha limitado a ocasiones puntuales. A esos momentos en los que el resultado no sonreía y se requerían decisiones novedosas. Un intento de romper la rutina. En alguna ocasión, en Elche por ejemplo, pareció evidente que Toché y Linares no habían alcanzado el nivel óptimo de coordinación. Como si les faltarán algunas lecciones juntos.

Quizás por eso, Egea hizo ayer hincapié en los movimientos de los atacantes. Uno viene a recibir el balón y el otro hace desmarque de ruptura a la espalda de los centrales. Fue el movimiento ensayado una y otra vez. Incluso, al final de la sesión, el argentino hizo un ejercicio específico con los cuatro arietes.

La idea es repetir los movimientos hasta que se conviertan en rutinarios, aunque con una rendija abierta a la improvisación. "He querido mecanizar ciertas cosas, con balón y sin él. El futbolista tiene que tener ciertas ideas aunque debe buscar las soluciones por sí mismo. El entrenador no tiene un mando de la "play-station" en el banquillo, ni puede pasarse los 90 minutos dando voces. Ahí, en la cancha, decide el jugador", argumenta Egea. "Soy un técnico que delega mucho, que deja al profesional ofrecer sus soluciones. El futbolista no debe entrar mecanizado al campo, tiene que imponer su criterio", insiste.

Con la declaración de intenciones, el argentino quiere que el futbolista sea protagonista, que asuma su responsabilidad. Es la fórmula que tantos éxitos le dio la temporada pasada. En la presente, el nivel medio ha aumentado exponencialmente. Segunda División exige dar un pasito más y el Valladolid es el mejor ejemplo. Un conjunto configurado para el ascenso que de momento transita por la zona tibia.

Igual que el Oviedo, los de Garitano han sumado nueve puntos. Un dato del que desconfía Egea, conocedor de las armas pucelanas: "Tiene a Óscar en la media punta, muy buen futbolista con calidad y último pase. Rodri, arriba, es un delantero que siempre incordia. Cuenta, además, con bandas potentes. No estará Mojica (convocado con la selección de Colombia) pero tienen a Villar, a Guzmán y a Del Moral. Jugarán dos de ellos. Tienen centrocampistas de peso como Timor y Leao. Es un equipo armado, un bloque interesante".

El argentino tiene claro que la mejora pasa por una cuestión de continuidad. Ser buenos durante más minutos. Es la idea que ronda su cabeza desde hace semanas. "Mostramos buen juego, pero solo a momentos. A veces jugamos bien, otros bajamos, después no presionamos? Quiero más volumen de juego bueno durante más tiempo", sentencia.

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