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La Copa fortalece al Oviedo

A pesar de caer eliminado ante el Mirandés, el equipo azul sale reforzado de un partido en el que apeló al orgullo y la garra cuando lo tenía todo en contra

El árbitro, Figueroa Vázquez, observa a jugadores del Oviedo y el Mirandés antes de lanzarse una falta. MARÍA GÓMEZ

Pocas veces la pérdida de un partido deja sensaciones agradables. Sin embargo, el Oviedo salió reforzado de la derrota del pasado miércoles ante el Mirandés, en un partido que a pesar de suponer su eliminación de la presente edición de la Copa del Rey quedará para siempre en el recuerdo de los aficionados.

La reacción del Oviedo, apelando al orgullo, valor y garra de su himno, cuando lo tenía todo en contra, consiguiendo igualar un 0-2 con nueve jugadores en el campo y la imagen mostrada en la prórroga en la que encajó el gol de la derrota en un claro fuera de juego, en una acción además en la que los jugadores del Mirandés no lanzaron el balón fuera cuando Erice se encontraba tendido en el terreno de juego, fortalece a un equipo que luchó hasta el final a pesar de todas las adversidades.

La imagen de los jugadores del Mirandés abrazándose al final del partido en una sensación de alivio da más realce a la reacción de un Oviedo que luchó hasta el final en un partido además en el que la actuación del árbitro, el andaluz Figueroa Vázquez fue decisiva en el desenlace final, en especial al conceder el tercer tanto del Mirandés en un evidente fuera de juego.

Por su parte, Erice, que fue protagonista involuntario en el tercer gol del conjunto burgalés, al sufrir en la acción previa una entrada que le dejó tendido en el terreno de juego, optando los jugadores del Mirandés por no echar el balón fuera y continuar el juego, aseguró al final del partido que se quedó con "una sensación asquerosa. Jamás he fingido una lesión. Ellos no tienen por qué tirar el balón fuera, la regla es clara y es el criterio del árbitro el que prevalece, pero se han aprovechado de un error suyo, ya que concedió el tercer gol en un claro fuera de juego para ganar el partido". Erice se mostró satisfecho con la reacción mostrada por el Oviedo: "El equipo ha demostrado que cuando el fútbol no le alcanza tiene brega y trabajo. A pesar de estar en inferioridad tuvimos nuestras opciones y nos vamos con la cabeza alta por el trabajo realizado".

Linares fue más claro. "El equipo demostró que los tiene bien puestos. No se dio por vencido y estuvimos a un paso de darle la vuelta a un partido que parecía imposible por casta, por empuje y por la afición. Creo que merecimos llegar por lo menos a los penaltis, ya que además de encajar el tercer gol en un claro fuera de juego, lanzamos dos disparos al larguero", dijo.

Sobre la jugada polémica dijo que "creo que se debía parar el juego. Teníamos dos futbolistas menos en el campo. Le dije a Lago Junior que de compañero tenía muy poco".

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