Que Susaeta le pega muy bien al balón es algo que no coge a nadie por sorpresa. Es una de sus grandes virtudes. Lo que quizás no tanta gente esperaba es que el jugador vasco pudiera ser tan determinante para el Oviedo en su regreso a Segunda. Susaeta se ha especializado en sacar de problemas al equipo azul cuando pasa por algún problema en alguno de sus encuentros.
Las cifras son claras para valorar la importancia del extremo vasco en el ataque azul. De los dieciséis goles que lleva el Oviedo, Susaeta ha participado directamente en siete: tres goles y cuatro asistencias.
Susaeta, a los 31 años, parece haber encontrado en el Oviedo el equipo idóneo para mostrar lo mejor de sus repertorio. El jugador ya se había ganado el respeto de la afición en las dos temporadas anteriores, en Segunda B. La primera de ellas se libró de la quema en una campaña en la que el equipo fracasó deportivamente. Y la pasada temporada fue uno de los grandes protagonistas del ascenso.
Al vasco le bastó la primera jornada de Liga para demostrar que su talento seguía inalterable una categoría más arriba. El primer gol del Oviedo en su regreso al fútbol profesional lo consiguió Vila tras un centro de Susaeta. Una jugada que se ha convertido ya en una seña de identidad del equipo azul.
Todos los futbolistas coinciden cuando se les pregunta por la Segunda División en responder que es una categoría muy complicada. El propio Oviedo lo ha podido comprobar en este inicio de campaña. Pero todo es un poco más sencillo disponiendo de un jugador capaz de desequilibrar un encuentro a balón parado. Y Susaeta ha demostrado ser capaz de hacerlo. Lo hizo en la tercera jornada abriendo el marcador ante el Albacete en el Tartiere. Un encuentro que el Oviedo ganó 3-1 y en el que fue determinante adelantarse tan rápido.
Pero si una cosa está destacando de Susaeta esta temporada es su regularidad. En la cuarta jornada volvió a servir un centro medido a Linares para que abriera el marcador ante el Tenerife en lo que terminó siendo una victoria (0-2) plácida de los azules. Ante el Elche salvó un punto logrando el tanto del empate a 1 a dos minutos del final. Volvió a ser determinante en la victoria ante el Valladolid marcando el definitivo 2-3 en un disparo desde fuera del área. Y el domingo volvió a cuajar un gran encuentro en la victoria (3-2) ante el Alcorcón.
Todo ello le ha servido a Susaeta para que la afición le escogiera como mejor jugador de septiembre. Una elección en la que se junta el gran inicio de temporada que está realizando el vasco con el cariño que se ha ganado por parte de una hinchada azul que ya lo ha colocado entre sus ídolos. El vasco quiso quitar importancia a su actuación individual, aunque reconocía que para el es "un orgullo y un halago".
Para Susaeta es difícil determinar si se encuentra en el mejor momento de su carrera. "No sé si es mi mejor momento, pero me encuentro con confianza", reconocía ayer el futbolista. Lo cierto es que en la temporada 2009-10, en la que Susaeta jugó 31 partidos en Segunda con el Rayo Vallecano, consiguió cinco goles en toda la temporada, dos más de los que lleva en las nueve jornadas que van de Liga esta campaña con el Oviedo. En la 2009-10 jugó 21 partidos de titular. En la actual ha salido de inicio en los nueve que ha jugado el equipo azul.
Unos datos que llevan a pensar en un Susaeta que vive su plenitud como futbolista. "En la vida hay momentos buenos y malos, como futbolista y como persona, y ahora mismo me encuentro en uno bueno", reconocía el jugador, que aseguraba sentirse con "la confianza del club, de los compañeros y del cuerpo técnico". A su buena pegada, Susaeta une la versatilidad que le permite jugar por ambas bandas y algunas veces incluso de mediapunta. Un bendición para cualquier entrenador. Bien lo sabe Egea, para quien el futbolista vasco es uno de sus grandes baluartes.
