Ante la prometida búsqueda del equilibrio ataque - defensa se le pregunta a Sergio Egea si éste puede encontrarse fuera del 4-4-2, sistema fetiche en las últimas semanas. Si le seduce la alternativa de otro dibujo sobre el césped; uno con más gente preparada para defender, por ejemplo. "No", contesta rotundo. "Lo que hay que hacer es coordinarnos cuando no tenemos pelota", aclara. La respuesta es una perfecta síntesis del planteamiento de esta semana ante sus pupilos. El Oviedo tiene un estilo definido, un juego alegre que parte de un innegociable 4-4-2 y que ahora busca la perfección. Por eso, los azules se han pasado toda la semana repasando algunos conceptos que les ayudará a crecer. O al menos así lo cree su entrenador.
Todo pasa por potenciar las virtudes y corregir los desajustes. Resumiendo las cosas: seguir atacando igual de bien y potenciar la defensa. Pero para la segunda parte del plan se exige la participación de todas las líneas. Egea reconoce que durante la semana ha ido haciendo correcciones a los suyos. "Soy objetivo con el juego. Esta semana hemos trabajado mucho los conceptos defensivos para intentar arreglar los problemas que hemos tenido. Como hicimos el año pasado, que evolucionamos. El equilibrio es la clave", analiza el argentino antes de enumerar alguno de los puntos a mejorar: "Hacer mejores coberturas, temporizar el juego, estar más juntos...". Y corona: "Trabajamos para equilibrar el ataque y la defensa".
Porque no olvida Egea que las posibilidades ofensivas de su equipo son enormes. "Tenemos mucho poderío en la delantera y hay que ponerlo sobre la cancha. No creo que en toda la Segunda División haya otro equipo que tenga cuatro delanteros centro como los nuestros", defiende el técnico haciendo referencia a Linares, Toché, Koné y Diego Cervero. Egea ciñe su análisis a la derrota de Ponferrada: "Cuando analicé la derrota me costó creer que hubiéramos perdido. Creamos siete u ocho ocasiones importantes. Jugamos en campo rival, asediamos al contrario pero tuvimos errores individuales, desajustes, que son difíciles de prever". El argentino no está dispuesto a renunciar al ataque para frenar la sangría defensiva. "Una buena defensa da muchos puntos, pero una delantera potente también", proclama.
Las sesiones en El Requexón han servido esta semana para revisar el estilo, intentar que sea más efectivo, pero será ante el Bilbao Athletic, mañana a las 17.00 horas, cuando se compruebe si el equipo tiene la lección aprendida. El rival, advierte Egea, no lo pondrá fácil: "Los filiales siempre son imprevisibles. El Bilbao Athletic es el ejemplo de un gran trabajo en el fútbol base. Es un buen equipo, ha jugado bien, con ocasiones y quizás merecen más puntos en la tabla. Aunque sea un filial, está bien armado y tiene muy buenos futbolistas".
