La Rumanía futbolística no atraviesa sus mejores momentos. Ya no queda rastro del talento de los Hagi, Popescu o Raducioiu, que maravillaron en el Mundial del 94. Ahora intenta recuperar su sitio en la élite con pequeños pasos. El primero, haber logrado la clasificación para la Eurocopa de Francia. En la rotación de la nacional rumana ha encontrado su hueco Florin Andone, uno de los futbolistas más desequilibrantes de Segunda y la principal amenaza del Córdoba este domingo para cortar la racha del Oviedo. Tal es la necesidad de su delantero, que la idea del club andaluz es ascender de forma directa. Si el equipo luchara por el play-off, Florin se lo podría perder por la concentración para la Eurocopa.
El rumano es la cabeza visible del Córdoba de Oltra, uno de los nombres que aparece en las quinielas como favorito al ascenso. Florin, de 22 años, explotó la temporada pasada en Primera. Tras despuntar en el filial cordobés apenas notó el salto de categoría: 20 partidos disputados y cinco goles. Un descenso después, se ha convertido en la referencia de los de Oltra, con seis goles y dos asistencias en lo que va de temporada, aunque se haya visto obligado a compartir sus condiciones con la selección rumana. El próximo marzo, previsiblemente, estará listo para enfrentarse a España en un amistoso.
Florin es el jugador franquicia, pero en Córdoba las cosas se hacen de manera gremial. El grupo por encima de todo. Arriba, le suele acompañar Xirco, un clásico de la Liga. Delantero fuerte, fuerte en el área, con un lustroso pasado en el Deportivo, Newcastle o Racing de Santander. Esta temporada no se está mostrando especialmente acertado ante la meta rival: después de 9 partidos (8 como titular), el balear suma dos goles y ninguna asistencia. El tridente cordobés lo completa Fidel, extremo zurdo que tras explotar en el Elche se ha convertido en pieza básica en el sistema ofensivo de Oltra: cuatro goles y dos asistencias. Eléctrico desde la banda.
El Córdoba presenta un trío atacante (en las últimas semanas ha sido baja Pedro Ríos, otra pieza fundamental en la vanguardia) con un números sobresalientes. Entre los tres suman 12 goles y 4 asistencias. Su insistencia ante la meta rival es evidente: acumulan 54 disparos, 34 de ellos a puerta. Pero el Oviedo presenta su propia fórmula. Un trío de ataque que mejora las prestaciones de la propuesta cordobesa: 12 goles y 6 asistencias.
La aportación más lúcida para el foco ofensivo de los de Egea llega desde la línea de medios. Néstor Susaeta es el futbolista con más peso en el ataque azul. En un inicio de campaña espectacular, el extremo acumula siete goles y cinco asistencias. Influencia directa en 12 tantos carbayones. Su especialidad es el balón parado, ha quedado claro a estas alturas. En ese arte, el vasco ha hecho cinco goles: tres de penalti y dos de falta.
Con Susaeta como factor sorpresa desde la segunda línea, el protagonismo ha recaído desde el inicio de competición en los delanteros, la posición más alabada en los azules. Tras unas semanas de pruebas, Egea parece haber encontrado la pareja más adecuada.
Linares (4 goles) y Koné (1 gol y 1 asistencia) suman peligro en el área y trabajo a destajo. Ellos son los primeros encargados en ejercer la presión sobre el rival. Si las cosas no salen como se desea, está la alternativa de Toché: cuatro tantos en la Liga.
