El Real Oviedo consiguió una nueva victoria en su terreno de juego. Las dudas de principio de temporada en el Carlos Tartiere se van quedando en el olvido ya que los azules acumulan 4 victorias consecutivas en casa donde han sumado, además, 17 de los últimos 21 puntos.

A ello contribuye el cada vez mejor ambiente en la grada. A pesar del horario matinal, más de quince mil espectadores se desplazaron hasta el coliseo ovetense, con presencia zaragocista en la grada, y animaron sin cesar a un equipo al alza.

El partido se presentaba complicado. Se enfrentaban dos equipos con reminiscencias de Primera División en un choque tenso y de escasas ocasiones claras de gol.

Sin embargo el Real Oviedo es un equipo en franca progresión y que está alcanzando una considerable velocidad de crucero no solo en juego sino también en confianza que le está permitiendo sacar adelante este tipo de partidos con sus armas.

Esta progresión no se mide en grandes revoluciones (Egea repitió equipo con respecto a la jornada anterior) pero sí en pequeños detalles.

Un sistema defensivo cada vez mejor ajustado, sincronización en el fuera de juego, cada vez menos pérdidas de balón en los pases,... Si a ello le añadimos la habitual contundencia en el remate de sus delanteros, no es de extrañar que el cero en su portería le fuera suficiente para llevarse los tres puntos, en este caso merced al solitario tanto de Toché.

El tanto se consiguió al filo del descanso. La lucha de Aguirre permitió a Susaeta robar un balón. Este abrió sobre Koné en la banda derecha y el centro raso del marfileño es rematado por Toché cruzado haciendo inútil la estirada de Bono.

A pesar de la falta de oportunidades por parte de ambos conjuntos el Oviedo fue superior. Dominó el partido, llevando siempre una mayor sensación de peligro y jugó con autoridad con el marcador a favor anulando los intentos de un Zaragoza muy inoperante en ataque.

A pesar de que el técnico local repitió conjunto, pronto tuvo que realizar un cambio. Vila debió ser sustituido tras un golpe por Cristian Rivera que demostró el poso necesario para llevar la manija del centro del campo azul en cualquier encuentro.

No todo fueron buenas noticias para los locales. A la ya comentada lesión de Vila que no parece de gravedad, debe unírsele la de Borja Gómez, la semana pasada, y las de Toché y Verdés en el partido de hoy. Más preocupante parece la del central que deja algo coja la defensa y el centro del campo de los asturianos.

Triunfo muy importante del Real Oviedo. Difícil destacar a alguien ya que la fuerza del conjunto parece ser el camino elegido para continuar en su progresión y mejoría hacia un objetivo lejano pero que a base de sumar y sumar puntos cada vez se encuentra más cerca.

Por lo pronto el Real Oviedo alcanza la segunda plaza a la espera de lo que haga esta tarde el Córdoba CF.

Próximo encuentro en Pamplona, ante otro de los gallitos de la categoría, el Osasuna. Sábado a las 20:15h a la espera de la evolución durante la semana de los lesionados.