El Oviedo prolonga su gran racha con una victoria ante el Zaragoza que le permite mantenerse en la zona alta de la clasificación. Los azules realizaron un partido práctico y aprovecharon su ocasión más clara del partido para lograr una merecida victoria ante uno de los rivales considerados como claros candidatos al ascenso.

Lo mejor del Oviedo fue su seriedad defensiva. Con el partido muy igualado y con escasas ocasiones, parecía claro que el equipo que lograse marcar tendría muchas opciones de llevarse los tres puntos. Lo hizo el Oviedo, con un remate de Toché al borde del descanso, y después su capacidad defensiva lo elevó, ya que el Zaragoza no tiró entre los tres palos ni una sola vez y fue incapaz de generar ocasiones de peligro a lo largo de todo el partido.

La victoria alarga la línea ascendente del Oviedo, que ha logrado encadenar 13 de los últimos 15 puntos posibles.

El Oviedo entró mejor en el partido. Los azules pusieron intensidad, presionaron la salida del balón de los aragoneses y tuvieron el control del juego en los primeros compases, en los que los maños sufrieron el contratiempo de la lesión del lateral Marc Bertrán a los dos minutos.

Los locales tenían el balón, pero el buen orden defensivo del Zaragoza neutralizaba todos los intentos ofensivos en la zona de definición. Prueba de ello, es que el primer disparo entre los tres palos no llegó hasta el minuto 20. Susaeta lanzó una falta que rebotó en la barrera y el posterior disparo de Erice fue atrapado sin problemas por el portero Bono.

Tras el buen inicio del Oviedo, el partido se equilibró. El Zaragoza comenzó a crecer con el balón, aunque, al igual que a los locales, les faltaba profundidad para generar claras ocasiones de peligro ante la portería de Esteban. Un disparo de Hinestroza desde fuera del área que salió muy desviado fue su acción más reseñable en toda la primera mitad.

Con el partido muy igualado, en juego y ocasiones, fue el Oviedo el que consiguió adelantarse en el marcador al filo del descanso. Susaeta combinó con Koné y el pase del costamarfileño fue rematado por Toché con un disparo cruzado raso y suave pero lejos del alcance de Bono.

La efectividad de los azules volvía a quedar patente en una primera mitad muy pareja en la que además los azules tuvieron que recomponer el centro del campo por la lesión de Jonathan Vila, que tuvo que ser sustituido por Cristian Rivera en el minuto 22.

Al comienzo de la segunda mitad el Zaragoza intentó dar un paso adelante ante un Oviedo que intentaba asegurar las posesiones largas y buscaba las salidas a la contra.

En este tramo inicial fueron los locales los que estuvieron más cerca de incrementar su ventaja en el marcador, aunque sus ocasiones no fueron muy claras. La mejor fue un centro de Koné que Cabrera casi introduce en su propia portería al intentar despejar, en el minuto 62, y un lanzamiento lejano de Borja Valle desde más de 40 metros que intentó sorprender a Bono, pero que se marchó fuera, mientras que la mejor del Zaragoza fue un lanzamiento desde fuera del área de Ortuño que salió desviado.

Así se entró en los diez últimos minutos del partido, en los que de nuevo las ocasiones volvieron a caer del lado de los azules por mediación de Borja Valle y Koné, mientras que el Zaragoza seguía mostrando su impotencia ofensiva por el buen trabajo defensivo del Oviedo, que posibilitó un tranquilo final de encuentro a pesar del ajustado marcador.

Al final, alegría por todo lo alto en el Carlos Tartiere, con la afición disfrutando del gran momento de su equipo, que se consolida en la zona de privilegio de la clasificación.