Sergio Egea va acostumbrándose a valorar los empates. Así ha ocurrido en las cuatro últimas semanas. El argentino no es amigo de los empates, suele justificar que sumar de uno en uno no permite lograr los objetivos más ambiciones. Pero cada empate tiene una historia. El de ayer en el Belmonte no es del todo desagradable para el Oviedo. Después del 2-0 inicial, regresar a Asturias con un empate no parece mal saldo. "No estoy contento, pero tampoco enfadado. En primer lugar, no debemos entrar tarde a los partidos. Nos pasó como en Córdoba, que perdemos 2-0 en dos llegadas. Debemos analizar el cambio de la primera parte a la segunda, donde dominamos e hicimos que se replieguen", analizó el preparador argentino.

Su análisis queda claro desde la primera respuesta: hubo dos versiones del Oviedo en el Belmonte, cada una corresponde a una parte. "Me gustaría más tiempo de continuidad y buen fútbol. Llevarnos un punto tal y como se puso el partido no es mal resultado, pero no debemos estar contentos. Al descanso intentamos analizar, hablar y no enfadarnos. Peor no lo podíamos hacer: debíamos buscar por fuera y que no nos hicieran contras. También una mejor actitud, somos protagonistas de la Liga y no podíamos mantener esa mala imagen".

La mejora llegó tras el descanso. "En la segunda parte sí fuimos el Oviedo. Dominamos y tuvimos la pelota. Salgo con sensaciones positivas por los últimos 45 minutos. Estoy molesto porque les dimos 20 minutos que no debemos darlos. Debemos competir desde el minuto uno, así se forman los equipos grandes. Estoy molesto por dar facilidades al rival pero me quedo con que se puede, cuando lo hacemos bien dominamos al adversario".