El regreso del Oviedo al fútbol profesional ha generado tal entusiasmo entre la afición azul que la entidad ha hecho historia en cuanto a apoyo social. El club dio en la noche de ayer los datos de la campaña de abonados de la segunda vuelta. Y las cifras dicen que el Oviedo ha superado su récord histórico de abonados. Los 20.343 socios de esta campaña superan los 20.000 que se alcanzaron en la temporada 2000-01 y que suponían hasta ahora el mayor número de apoyos conseguido por la entidad azul. La primera diferencia es que el Oviedo entonces militaba en Primera y ahora está en Segunda.

Pero la ilusión que ha supuesto subir de Segunda B y dejar atrás doce años fuera del fútbol profesional ha dado el combustible necesario a unos seguidores a los que les hace falta muy poco para volcarse con su equipo.

Superar los 20.000 abonados también supone cumplir el reto que se había marcado Arturo Elías, yerno de Carlos Slim, el máximo accionista del Oviedo, para esta campaña. Un reto que lanzó a principios de temporada y que por fin, con la campaña de la segunda vuelta, se ha logrado. Esta campaña de la segunda vuelta ha supuesto 703 nuevas altas, con las que se alcanzan los 20.343 abonados que ahora tiene el club.

El encargado de dar la buena nueva fue el propio Arturo Elías si bien el protagonista fue su hijo, Arturo Elías Slim, que tuvo el privilegio de hacerse con el carné que le acredita como el abonado 20.000 del club azul. Su padre le felicitó por el "honor" de ser el socio que ha llegado a esta cifra redonda y no ocultó el entusiasmo con el que está viviendo esta temporada. "Le tocó el honor a Arturo Elías de ser el socio 20.000. Nueva meta cumplida. Gracias por tanto y ahora a por el ascenso", dijo el empresario.

Arturo Elías ya lanzó un reto ambicioso la pasada temporada, con el equipo en Segunda B. En el inicio de la campaña de abonados de la temporada que acabaría siendo la del regreso del Oviedo al fútbol profesional, Elías se marcó el ambicioso objetivo de llegar a los 15.000 abonados. Una marca que se antojaba exagerada para un equipo que militaba en la categoría de bronce del fútbol español. Pero no para el Oviedo. El resultado superó las expectativas y la temporada concluyó con 16.326 abonados, muy por encima del objetivo establecido.

El récord de la temporada 2000-01 tuvo su principal justificación en el estreno del nuevo Carlos Tartiere. Un campo con todas las localidades de asiento que despertó la curiosidad de la afición. Un estreno que no acabó bien a pesar del apoyo de los seguidores. Y es que el Oviedo acabó descendiendo esa temporada a Segunda después de trece campañas consecutivas en la máxima categoría.

La nueva marca establecida por el oviedismo no hace otra cosa que reafirmar la fidelidad de una afición que tampoco abandonó al equipo cuando pasó por sus momentos más bajos. En las doce temporadas que el Oviedo estuvo fuera del fútbol profesional nunca bajó de los 10.000 abonados. Ni cuando la contestación popular a los dirigentes era más grande.