Preguntado por el dilema de la semana, los dos medios a alinear ante el Tenerife, Egea resuelve con chispa: "La parejita que juegue tendrá la máxima confianza". Pero en el planteamiento del encuentro se cuela esta vez un elemento inesperado. O al menos poco habitual esta temporada: el estado del césped del Tartiere. "Los jardineros del estadio están trabajando muy bien, pero si cae una tromba de agua no hay drenaje correcto y el agua sube", asegura el entrenador; "y contra eso no podemos luchar".

La combinación de un clima inusual y los cuidados intensivos han logrado que el Oviedo alcance el mes de febrero sin preocuparse por el piso. Un hito si se echa un vistazo a lo ocurrido las últimas temporadas. Pero ya en los últimos partidos el terreno de juego había ido sufriendo un progresivo deterioro y las lluvias caídas esta semana, y las que se esperan hasta el encuentro, no ayudan a mejorar la perspectiva. Por eso, un inquieto Egea tiene un ojo puesto en el estado del césped, un elemento a tener en cuenta que puede influir incluso en la propuesta de juego. "Si la pelota rueda bien existe un perfil adecuado de futbolista y si no, como el año pasado en algunas ocasiones, hay que jugar por arriba. La clave es adaptarse a la situación. Ser práctico", reflexiona. "Esperamos que no se haga piscina?", desliza como deseo el entrenador.

En todo caso, Egea tiene claro el Oviedo que quiere ver: "Al margen del agua, espero un Oviedo vivo, intenso. Hay que jugar adaptándose a la cancha. Esta plantilla es para confiar en ella". Esa fe en sus pupilos hace que el técnico apueste por un cambio en la última dinámica de los azules: cuatro empatez consecutivos. "Siempre buscamos el triunfo, nos hemos abonado al empate sin buscarlo y ahora debemos cambiar la dinámica. Sumamos y estamos en una gran situación pero con el triunfo puedes hacer distancia en la clasificación. El mensaje es el mismo: ir a por el triunfo, mirar el arco rival".

El debate meramente futbolístico apunta a un medio del campo formado por Cristian Rivera y Míchel. Jonathan Vila tiene el alta médica pero por las palabras de Egea no parece probable que vaya iniciar el choque como titular. "Vila viene de una recuperación que me preocupa. Las roturas tardan en recuperarse un mes y hemos hablado con el cuerpo médico para ir con cuidado. Iremos con calma", desvela el argentino. El que sí cuenta con todas las opciones para estrenarse en el Tartiere es Míchel después de la lucida puesta en escena del Belmonte: "Por su tipología, Míchel se pone rápido en forma. Estuvo trabajando con un entrenador personal, se ha adaptado bien y su ritmo de entrenamiento es alto. En Albacete lo vimos con chispa, tiene posibilidades de jugar de inicio".

El resto de equipo debería ser el habitual, con la posible novedad de Verdés en lugar de Bautista en el centro de la zaga. Con 18 jornadas por disputarse, el Oviedo tiene 10 partidos más ante su gente. Una ventaja de la que nos disfrutan la mayoría de equipos de la zona alta, a los que les restan 8 o 9 encuentros como locales. Egea, sin embargo, no le da mucha importancia al escenario en el que se disputan los partidos: "Este Oviedo tiene equilibrio entre local y visitante y me gustaría que siguiera así. No echo la vista más allá de lo que suceda en el próximo partido, hay que actuar con sentido común".