Jonathan Vila regresó en Girona a la posición en la que más ha brillado en el Oviedo: el centro de la defensa. Las baja de Verdés (sancionado) y Josete (lesionado) hicieron que Egea recapacitara y decidiera que el gallego regresara al puesto de central para recordar la pareja sobresaliente que formó con David Fernández la temporada pasada. Podría no ser circunstancial. Egea, un técnico con la capacidad de reacción suficiente para adaptarse a las exigencias del guión, declaró antes de viajar a Girona que Vila podría empezar a contar como zaguero por el excedente de centrocampistas. El protagonista se muestra dispuesto a encajar en el rol exigido por el técnico. "Al final se trata de adaptarse a lo que el entrenador te pide. Da igual quien juegue a estas alturas de temporada. Todos nos conocemos y el equipo compite igual", analiza el de Vigo.

Vila cumplió a la perfección en su papel. La portería de Esteban quedó a buen recaudo salvo en una acción aislada: un zapatazo de Alcalá cuando el partido entraba en su recta final. A pesar de que la victoria estuvo cerca, el saldo final no dejó satisfecho al vestuario. "Estuvo disputado. Los primeros 30 minutos fueron de ellos, llevaron el peso del juego. Luego nos repusimos y tuvimos la posesión. Mejoramos en la segunda parte", analiza. "Debemos mejorar y estar más atento en el inicio de los partidos", añade.

La visión optimista del asunto es que los de Egea ya acumulan 11 partidos sin perder. Un tramo de competición exigente que los azules han logrado superar compitiendo en todos los escenarios. Vila también subraya la dinámica: "Si logramos sumar cuatro puntos ante el Girona y el Elche sería un saldo muy positivo porque Montilivi es un campo complicado y el Elche un rival de los duros".