El Juzgado de lo Social número 3 de Pamplona celebró ayer el juicio por la demanda de Osasuna contra el jugador del Oviedo Mamadou Koné y el Racing de Santander por incumplimiento de contrato, por un supuesto acuerdo al que llegaron las dos partes en enero de 2014 por el que el africano se incorporaría al conjunto de Pamplona. Esta situación nunca se produjo y Osasuna reclama ahora a Koné, y subsidiariamente al Racing, 12 millones de euros.

Mamadou Koné sigue firme en su postura y mantiene que no firmó ningún contrato con Osasuna. El delantero defendió esta postura ante el juez e incluso afirmó que no sabe escribir castellano y le cuesta leerlo. Koné admitió no obstante que consintió negociaciones a través de su agencia de representación con Osasuna y otros clubes como el Almería y el Rayo Vallecano, aunque sin llegar a ningún acuerdo.

Archanco, presidente de Osasuna cuando supuestamente se contrató a Koné, afirmó, citado como testigo por la parte demandada, que no dio "ninguna orden" al entonces gerente, Ángel Vizcay, para firmar el contrato del marfileño, cuando en el contrato depositado en la Liga figura el corchete "Presidente de Osasuna: Miguel Archanco y por orden", aparece la firma de Vizcay.

La defensa de Osasuna defendió la validez del contrato al indicar que el jugador se lo remitió por correo electrónico con su firma escaneada a su agencia de representación en ese momento, Promosport, mientras que el abogado de Koné argumentó que el jugador no mandó ese correo y que debería ser en todo caso una "firma original".