El Oviedo busca un golpe de efecto para reconducir la situación. El Grupo Carso quiere que el objetivo vuelva situarse en el terreno de juego después de la convulsa semana que se ha vivido tras la salida de Sergio Egea. La entidad quiere un hombre fuerte y con carácter, un entrenador de prestigio para afrontar las 12 jornadas que restan tras el encuentro de hoy en Alcorcón. El ascenso está en juego. El técnico que reúne las condiciones demandadas y que además cuenta con un plus de oviedismo es Paulo Bento. Las negociaciones llevan gestándose un par de días y el entrenador ha pedido unas horas para tomar la decisión definitiva.
Las conversaciones han tenido lugar en Lisboa, con el propio Bento y con su agente, Carlos Gonçalves. La parte que toca a Bento, la de la motivación por entrenar al equipo en el que deslumbró en España en los años 90, está cubierta. Al técnico le seduce la idea de dirigir al Oviedo, un club al que afirma algún día entrenará. Más dudas presenta el escenario actual, con la temporada avanzada y la complicada Segunda División como categoría a estudiar. Le avala además un currículum importante, tras su paso por el Sporting de Portugal y la selección lusa. Es un hombre con carácter, rasgo muy valorado en la actual situación: con Portugal tuvo que lidiar con diversos problemas internos con pesos pesados como Bosinwa o Ricardo Carvalho.
Carlos Gonçalves lleva el asunto económico. Bento es la opción elegida y Carso está dispuesto a hacer un esfuerzo por acercarlo al Tartiere. Aunque Bento ha pedido un tiempo para estudiar la oferta y la situación del Oviedo y en las próximas horas contestará de forma definitiva a la oferta azul.
La salida de Egea y el terremoto despertado a continuación ha cogido por sorpresa a todos los estamentos de la entidad carbayona. Ni los futbolistas, ni los órganos rectores esperaban que el argentino tomara una decisión tan drástica. La falta de sintonía con el entrenador era evidente pero a falta de 13 jornadas todos esperaban un desenlace de la campaña continuista antes de tomar una medida. Pero Egea decidió dar el portazo y el club ha tenido que trabajar a contrarreloj para salvar la situación.
En el Oviedo hay dos posturas fundamentales. La de buscar un entrenador de renombre es la favorita, viendo la situación de inestabilidad que se ha marcado en diversos frentes se considera que un técnico contrastado serviría para volver a ilusionar a la gente y para liderar el intento de ascenso a Primera. La alternativa es David Generelo. Ha sido elegido en principio para cubrir la vacante en el primer equipo y con una labor temporal, hasta la llegada del nuevo técnico. Pero dentro del club hay quien defiende que Generelo debe ser el encargado de dirigir al grupo hasta junio. La defensa de su candidatura se basa en el conocimiento por parte del extremeño de la plantilla y de la categoría. En su contra, la falta de experiencia y que su nombre no tiene "gancho" para la afición.
La opción de Bento ha sido la favorita desde el principio, aunque no la única. Nada más producirse la destitución de Egea empezó a llegar al Tartiere un aluvión de propuestas para convertirse en el nuevo entrenador del club azul. Del Olmo cifró en "más de cincuenta" los currículos recibidos en las primeras horas. El Oviedo es una plaza apetecible por la situación deportiva (a tres puntos del ascenso) y por la institucional, con el respaldo del Grupo Carso de cara al futuro más inmediato.
