"David Generelo se sentará en el banquillo del Carlos Tartiere el próximo sábado ante la Ponferradina". El comunicado lanzado por el club en la mañana de ayer iba dirigido con un mensaje directo. El texto pretende garantizar un clima de normalidad en el día a día de la entidad azul, sacudida por la inestabilidad tras la abrupta salida de Sergio Egea. Se pretende que en una semana muy especial nada amenace la tranquilidad del grupo que ayer se ejercitó por vez primera ante los ojos de aficionados y medios.

En realidad, la medida trata de ganar tiempo. Para Joaquín del Olmo y Carmelo del Pozo, los encargados de la búsqueda del nuevo entrenador, la situación cambia con un nuevo plazo para negociar. Nada de prisas. Ahora hay más tiempo para evaluar candidatos. El mensaje a los futbolistas es claro: será Generelo el que plantee el partido ante la Ponfe, esencial en las aspiraciones azules por volver a meterse en la pelea por el ascenso.

Pero la apuesta expresada por el Oviedo no va más allá de esta semana. Es como se viviera el presente sin pensar en qué ocurrirá después. "Generelo continuará al frente del primer equipo del Oviedo durante los próximos días", dice literalmente la nota.

La prioridad, mantienen desde la entidad carbayona, sigue siendo la de incorporar un técnico de prestigio, alguien con mando y experiencia para tomar las riendas en la situación actual. Se valora la capacidad de Generelo, pero tampoco se quiere quemar su baza. El Oviedo no quiere que se repita la experiencia vivida con Roberto Robles hace dos temporadas. Jorge Menéndez Vallina, presidente de la entidad, fue ayer el encargado de confirmarlo: "Estamos buscando entrenador. Hay que ver las opciones que tenemos, que, como dijo Joaquín Del Olmo, hay varias?". Las negociaciones se mantienen abiertas pero, en el caso de cerrarse, el nuevo técnico empezaría a trabajar la semana que viene.

Nadie en el Oviedo quiere hablar abiertamente de la posibilidad de que Generelo continúe al frente del equipo hasta el final de temporada, pero la falta de alternativas sólidas, en opinión del club, en el mercado hace que su candidatura gane enteros. Para que siguiera hasta el final tendrían que darse dos supuestos: que el equipo completara una actuación convincente ante la Ponferradina y que ninguno de los candidatos propuestos reúna el perfil deseado.

Al margen de los movimientos que se hacen desde los despachos, Generelo mostró algunos de sus métodos de forma pública por vez primera en la sesión de ayer en El Requexón. Fue un entrenamiento de cerca de 80 minutos, intenso, y en el que se combinaron los ejercicios físicos y los técnicos. Todos ellos con el balón como protagonista.

Míchel abandonó la sesión justo antes de que finalizara con un golpe en el brazo izquierdo y visibles gestos de dolor. Hoy se comprobará cómo se encuentra de la dolencia.