El Oviedo logró ante el Mirandés la mayor goleada de la temporada. Lo hizo además cuando más falta le hacía, ya que las dudas sobre el rendimiento del equipo eran cada vez mayores y su participación en el play-off de ascenso corría serio peligro por la dinámica y las sensaciones ofrecidas en los últimos partidos.

Dos goles, ambos al inicio de cada tiempo, sirvieron para encarrilar una victoria ante un rival que agotó todas sus opciones en la primera mitad, en la que dispuso de ocasiones para empatar el partido. Fue de más a menos y acabó entregado ante un Oviedo que volvió a dar muestras de su pegada. Los azules tuvieron un buen comienzo del partido. Se pusieron por delante en el marcador y después gestionaron bien su ventaja.

El Oviedo entró mejor en el partido que el Mirandés. Los azules dieron ritmo e intensidad al juego desde el inicio y ya a los cuatro minutos generaron la primera situación de peligro en una falta directa botada por Susaeta que Raúl Fernández envió a córner. El lanzamiento de esquina fue rematado de volea por Borja Valle y el balón tras rechazar en un defensa le cayó a Erice que desde fuera del área batió a Raúl Fernández.

El Oviedo movía bien y con rapidez el balón buscando descolocar a un Mirandés que poco a poco se fue sacudiendo del dominio de los azules y lanzó su primer aviso serio en el minuto 18 con un lanzamiento desde fuera del área de Eguaras que se estrelló en el larguero de la portería de Miño.

El Oviedo trataba de asegurar la posesión del balón, asegurando los pases y buscando siempre los espacios, pero le faltaba profundidad para crear verdaderas situaciones de peligro ante la meta contraria. Prueba de ello, es que después de adelantarse en el marcador la más clara que generó fue una buena combinación entre Peña, Borja Valle y Toché, a la que no llegó Linares por muy poco.

El Mirandés fue creciendo con el balón, aunque al igual que el Oviedo le faltaban claridad de ideas en los metros finales. No obstante, estuvo a punto de igualar el marcador en el minuto 39, en un centro desde la derecha de Sangallí, que remató Néstor y Miño sacó el balón sobre la línea cuando ya se colaba.

Esa ocasión fue lo más reseñable hasta el descanso, en un choque igualado y con escasas oportunidades de gol ante ambas porterías.

La segunda mitad se inició con un Mirandés más intenso, consciente de que sus opciones en la Liga pasaban por darle la vuelta al marcador, pero el Oviedo en la primera ocasión que creó-al igual que sucedió en la primera mitad- iba a encarrilar su victoria. Susaeta realizó una gran jugada por su banda y su centro fue rematado en primera instancia, de tacón, por Linares. El porteró Raúl Fernández desvió el balón, pero el rechace le cayó a Toché que envió el balón a la red.

Y sólo seis minutos después, en una jugada de contraataque Toché le sirvió un balón a Borja Valle que en el mano a mano con Raúl Fernández no falló estableciendo ya una clara ventaja en el marcador.

A partir de ahí, el Oviedo se dedicó a manejar los tiempos del partido ante un Mirandés que lo intentaba con más ganas que acierto, conscientes de que la diferencia en el marcador era ya insalvable. Prueba de ello es que su primera ocasión de la segunda mitad llegó ya en el minuto 71, en un lanzamiento desviado de Provencio, tras un pase desde la izquierda de Alain.

Así se llegó al tramo final del encuentro, en el que los azules aumentaron su ventaja al transformar Susaeta un penalti cometido por Alain, y ya en el tiempo de prolongación, Sangalli anotó el tanto del honor del Mirandés, cerrando un encuentro que permite al Oviedo alimentar sus esperazas de jugar el play-off de ascenso.