Erice se toma el protagonismo tras inaugurar el marcador con tranquilidad. "Desde que he llegado al Oviedo hago un gol por temporada y en esta ha tocado ante el Mirandés", explica; "por mis características no me supone una gran alegría, pero estoy satisfecho por haber hecho el primer gol". Quizás reforzado en el autoestima por el tanto, Erice se retiró en la segunda mitad con algunos problemas musculares que no parece que revistan mayor gravedad. Acostumbrado a la crítica del Tartiere, al ser sustituido escuchó aplausos mezclados con algunos pitos de la grada. El navarro se lo toma con calma. "Yo lo escucho todo, lo tengo asumido y no tengo problemas. Yo salgo al campo e intento cumplir mi trabajo. Cada uno tiene libertad de opinar. Yo no iré puerta por puerta intentando convencer a nadie. Tengo que hacer mi trabajo y hasta ahora todos los entrenadores que han pasado por aquí me ponen los domingos. Con eso me quedo", indica.

El centrocampista indica que cuando se produjo el cambio "también hubo aplausos. No tengo ninguna obsesión por el protagonismo. Ojalá todo el mundo me aplaudiera pero eso ahora no es posible y solo me queda hacer lo que me pide el entrenador".