Un 4-1 a favor siempre es recibido con la mejor de las sonrisas. Si el resultado llega en la recta final de la competición, la satisfacción es doble. Si además se logra después de un tropiezo, la goleada tiene efectos revitalizantes. La victoria contundente ante el Mirandés llegó con un par de efectos positivos para el Oviedo: refuerzo en la tabla y en las sensaciones. Quizás, el componente anímico sea en estos momentos la prioridad de los azules, por eso, al término de choque, Generelo no dudó a la hora de expresar su próximos deseos. "Espero que los futbolistas cojan confianza. Ojalá se vengan arriba", formuló como deseo Generelo.

El aspecto emocional ha sido el principal foco de preocupación dentro del club en las últimas semanas. La capacidad de la plantilla está probada a lo largo de la temporada pero la salida de Egea, hace ya dos meses, situó a los futbolistas en una posición incómoda. Señalados por la mayor parte de aficionados como causantes de la salida del argentino, hombre querido por la hinchada, se han enfrentado desde entonces a una situación de la que solo pueden salir con resultados. De ahí, se esgrime en diversos sectores del club, que muchos no hayan mostrado su mejor cara desde entonces.

Victorias como la lograda ante el Mirandés deben servir para reforzar la moral del grupo. O al menos es una de las conclusiones que se desprenden de las declaraciones post-partido. "Necesitábamos un partido así", proclama Bedia, que se explaya: "Logramos un buen ritmo de juego, como en la segunda parte ante el Llagostera. En esa línea vamos por el buen camino. Tenemos confianza en nosotros y somos un equipo unido". Erice incide en la idea: "A falta de cuatro jornadas estamos en play-off y más vivos que nunca. Es un golpe moral ganar 4-1 ante un rival que gastaba su última bala para estar en play-off. Nos tiene que dar moral".

La victoria sabe de esta forma a reivindicación, a refuerzo de la candidatura. Erice, uno de los capitanes, cree que ninguno de los rivales se atreve a cuestionar las opciones de ascenso de los azules. "Siempre tienes excompañeros en otros lados y hablas con ellos y entre los rivales nadie duda del Oviedo. Somos un recién ascendido pero la exigencia aquí es máxima", asevera.

Asumida la victoria, apenas hay tiempo para recrearse en ella. Cuando el árbitro señaló el final del encuentro del sábado, el duelo ante el Almería empezó a vislumbrase en el horizonte. "No hay que volverse loco con que jugamos en casa o fuera. No estamos teniendo resultados a domicilio pero no podemos ir con esa mentalidad", avisa Bedia. "Iremos a Almería con el objetivo único de sumar los tres puntos. Es la única solución para seguir arriba y pelear por todo", analiza Erice.