El Oviedo ha dilapidado sus opciones de play-off con prisa, antes incluso de que se consumiera la competición. La situación es incómoda para todos los estamentos del club. Mientras ya se fija la vista en la próxima temporada, el partido ante Osasuna pondrá el colofón a una campaña que finaliza con una gran decepción.

Ayer el equipo regresó a los entrenamientos después de un día de descanso para preparar el partido ante Osasuna. Lo hizo en un clima de tristeza, en una sesión que fue menos exigente para los jugadores con más minutos en La Romareda.

Llamó la atención la presencia de seguridad privada y de la Guardia Civil. La sesión a puerta abierta contó con presencia de cerca de una quincena de oviedistas sin que se registrara ningún incidente. El equipo se entrenará toda la semana a puerta abierta, empezando por hoy a partir de las 10.30 horas.