Analizado en frío, el triste cierre de temporada encaja a la perfección con la trayectoria a la baja del Oviedo en las últimas semanas. La falta de ideas desde el banquillo y la sensación de improvisación que se ha apoderado en el club en los últimos meses han finalizado con el equipo fuera del play-off. La palabra "fracaso" ha salido de boca de futbolistas, entrenador y directiva. Es el momento de tomar decisiones. En el proceso de reconocimiento de errores y promesas de mejora hay un concepto que, independientemente de nombres, suena con fuerza: "proyecto". Carso, representado por Joaquín del Olmo, su asesor, quiere que su apuesta por el Oviedo se aleje al máximo del corto plazo. La gente de Slim apuesta por el Oviedo y el siguiente paso es el de incorporar un entrenador con caché que comande un proyecto que, ya sin rodeos, está destinado a competir en Primera División. Pero la llegada de un técnico de prestigio no será la única decisión que tome Carso en las próximas semanas. Desde México se anuncian cambios.

Para lograr que un técnico de prestigio se ponga a los mandos de un equipo en Segunda Del Olmo usa en las negociaciones algunos reclamos. El principal es contar con el apoyo de Carso detrás. Slim supone una garantía desde el punto de vista económico, muy importante tal y cómo está el fútbol, pero también desde el punto de vista de seriedad del proyecto. La idea que se traslada desde el club es que la presencia del Oviedo en Segunda es temporal. El plan está diseñado para lograr el ascenso y seguir creciendo en Primera División. Este punto de ambición es el que permite que entrenadores que en principio no ven con buenos ojos la categoría se sientan seducidos por la apuesta de Carso.

Además del "sello Slim" el Oviedo quiere dotar de estabilidad al proyecto y las negociaciones tratan de cerrarse con un contrato de medio plazo. Será como mínimo dos años los que estará el entrenador ligado al Oviedo. Se entiende que de esta manera se reforzará la idea de apuesta a medio plazo.

Además de la duración del contrato, el nuevo entrenador tendrá mano sobre la parcela deportiva de contrataciones y salidas. El club no descarta la incorporación de un director deportivo o un secretario técnico que ayude en las labores de búsqueda de futbolistas, pero parece claro que el entrenador tendrá voz en la toma de decisiones. Esa es la idea que se ha trasladado a los futbolistas antes de que quedaran libres y se fueran de vacaciones.

Una parte importante del bloque de la actual plantilla tiene contrato en vigor para la próxima campaña, algunos han renovado este año por lograr algunos objetivos. Sin embargo, eso no significa que tengan asegurada su continuidad. Del Olmo lo dejó claro en su intervención ante los medios: "No importa si tienes contrato o no porque será el entrenador el que decida". El técnico no sólo dirigirá el día a día; también diseñará la plantilla.

Una vez cerrado el entrenador, el club tendrá otras mejoras. Un punto clave a la hora de sentar las bases estará en México esta misma semana. Joaquín del Olmo se desplaza a México DF para abordar todas las reformas que necesita el club azul junto al jefe, Arturo Elías, la persona que sigue en la distancia el día a día de la entidad carbayona. De la reunión entre los dos saldrán, además de un análisis extenso de lo sucedido esta campaña, algunas ideas para el futuro.

Del Olmo se encargó de subrayarlo en su intervención del sábado ante los medios de comunicación: "No solo hablaré con Arturo sobre el entrenador, un director deportivo o un secretario técnico, sino que también trataremos otros asuntos como oficinas nuevas, más gente en el club, mejores lugares para entrenar?". Carso no se detiene por el tropiezo de los últimos tres meses. Su apuesta sigue firme y apunta a Primera División.