La espera ha sido larga pero la maquinaria se ha activado. El Oviedo presentó ayer su primera incorporación de cara a la próxima temporada y el ritmo aumentará en las próximas horas. Christian Fernández se desvinculó de Las Palmas y obtuvo vía libre para firmar con el Oviedo un contrato para las dos próximas campañas, atraído por el "proyecto ganador", como incidió en más de una ocasión. Una de las cabezas visibles de ese proyecto es César Martín, desde hace unos meses también en las labores de la dirección deportiva, que ayer presentó al nuevo futbolista en ausencia de Joaquín del Olmo, fuera de España. "Hay cosas muy avanzadas. Lo ideal siempre es empezar los entrenamientos con la plantilla al completo, pero quedan cosas por definir. En los próximos días habrá incorporaciones, hay varias operaciones a punto de cerrarse", señaló César. Christian Fernández es solo la primera piedra del nuevo proyecto.
César no quiso mencionar ningún nombre propio pero hay negociaciones que ya están perfectamente encaminadas, a falta solo de rubricar el contrato. Son los casos de Lucas Torró, pivote que llegará cedido por el Madrid; de Juan Carlos, portero que procede del Albacete; o de Rocha, pivote que ha jugado los últimos meses en Estados Unidos. También parece que se unirá al proyecto azul Jonathan Pereira, media punta que jugó la pasada campaña en el Lugo, con el que el acuerdo está cercano. El gallego apuesta por el proyecto azul a pesar del interés de equipos de Segunda y de ofertas foráneas más suculentas en lo económico.
Pero antes de someterse a las preguntas de periodistas para analizar la situación del mercado, César quiso aclarar la salida de Diego Cervero. "Me reuní con Diego para transmitirle que no contábamos con él en la plantilla y le trasladamos una invitación para que trabaje con nosotros en otra área. Cervero es importante y nos hubiera gustado que formara parte del proyecto pero ha declinado la opción porque quiere seguir jugando. Lo respetamos, tiene ganas de jugar", aseguró César. "Diego tiene las puertas abiertas para despedirse de la afición y para expresar lo que él quiera. Es un día duro y triste, porque es un emblema pero son decisiones que hay que tomar. Creemos que no es un adiós, sino un hasta luego", añadió.
Cerrado el capítulo de salidas, César se metió de lleno en el debate sobre la actualidad azul. El responsable de relaciones institucionales subrayó el trabajo "en equipo" que desde hace semanas se desarrolla en las oficinas. "El mercado es el que manda. Los jugadores apuran sus opciones en Primera y debemos convencerles con nuestras armas. Buscamos gente con experiencia, que nos de rendimiento. Nuestra idea es formar un equipo competitivo que plante cara a todos los rivales", indicó.
En su incursión en las labores de la dirección deportiva, César se está encontrando "que todos nos ven como un gran club, con masa social importante. Pero también hay rivales con trayectoria, clubes históricos y con potencia económica. La humildad es básica".
