Fernando Hierro entra con buen semblante en la sala de prensa y suelta la frase: "Al final, Michu no va convocado a Murcia". Al momento sonríe, dejando claro el tono irónico de su sentencia. Todos están pendientes del asturiano desde que firmara su vuelta en los últimos días del mercado veraniego. También Hierro, que no ha dudado en alabar la actitud de Michu en cada intervención pública en la que ha tenido ocasión. Y el día ha llegado. El técnico decidió que esta vez hablaría a las claras y reconoció que el delantero, el hijo pródigo, disfrutará de sus primeros minutos en el partido de Copa que el Oviedo disputa mañana (20.00 horas) en Murcia contra el UCAM. "Es su momento", proclama Hierro.

La presencia de Michu le da una vuelta de tuerca a un torneo, el de Copa, que en Segunda tiene muy poco "punch". Los conjuntos de Primera tienen más opciones de avanzar mientras que los de Segunda B siempre sueñan con pasar tres eliminatorias y enfrentarse a un primera de caché. Pero en Segunda, los duelos coperos parecen una molesta cita del calendario. Hierro trata de huir de esa creencia ("queremos ganar") pero el interés real de la afición llega con el anuncio sobre el hombre más esperado. "Michu va convocado, estará en Murcia. Está entrenando fantásticamente, con mucha ilusión y profesionalidad. Dispondrá de minutos, seguro", señala Hierro, que se resiste a revelar si el asturiano jugará de inicio o saldrá en la segunda mitad. Lo que sí parece claro por las frases de Hierro es que habrá numerosos cambios en el once. Esteban será el titular en la meta.

Michu volverá así a sentir lo que es competir en el fútbol profesional, una experiencia que no saborea desde hace casi dos años. Su último choque en el profesionalismo fue el 23 de octubre de 2014, cuando jugaba para el Nápoles de Rafa Benítez, cedido por el Swansea. Fue un choque de la Liga Europa, ante el Young Boys de la liga suiza a domicilio, sobre césped sintético. Aquella noche Michu formó en el once incial pero fue sustituido a los 60 minutos. Fue el momento en el que dijo basta. Los dolores en el tobillo no cesaban (ya se había operado en diciembre de 2013 en Oporto) y el asunto no parecía mejorar. Entonces cuando llegó el punto de inflexión: su fichaje por el Langreo, la rehabilitación para el fútbol y su aproximación al Oviedo, su objetivo. Murcia es la siguiente estación. La lanzadera de una temporada que promete emociones fuertes.