Cuando parecía que el único equipo que podía ganar el partido era el Oviedo, más por empuje que acierto, lo hizo el Reus. El equipo catalán marcó en la última jugada del partido, en el cuarto minuto de la prolongación, certificando su gran comienzo de temporada, todavía no conoce la derrota y además está metido en los puestos de play-off de ascenso.

Al Oviedo le cuesta ganar. Los azules suman una sola victoria en los seis primeros partidos y están a un paso de la zona de descenso. Ayer, salvo el último cuarto de hora de la primera mitad, estuvieron espesos, sin fluidez y escaso acierto en el remate, ante un rival al que le bastó su orden defensivo y el acierto final para llevarse los tres puntos del Tartiere.

La primera mitad tuvo dos fases. La inicial fue muy igualada. El Reus se plantó en el campo con un buen orden defensivo y el Oviedo tuvo dificultades para generar las acciones ofensivas. Los azules movían bien el balón, pero con excesiva lentitud ante un rival que con dos líneas de cuatro, con Mayor y Querol por delante era muy difícil de sobrepasar. El juego tenía poco continuidad porque el Reus lo basaba todo en mantener su orden defensivo. Así, la primera media hora se cerró con sólo dos acercamientos de los azules, una falta de Susaeta que pegó en Mellí y atrapó sin problemas Badia y un lanzamiento alto de Rocha.

Sin embargo todo cambió en el último cuarto de hora, en el que los azules, con más intensidad y velocidad, comenzaron a generar claras situaciones de peligro ante la portería del Reus. Avisó Alaniz con un disparo que se fue alto, en el minuto 31, y sólo uno después Rocha con un disparo desde fuera del área estrelló el balón en el larguero.

El Oviedo era el único que lo intentaba ante un rival que a la contra dispuso de su única ocasión en toda la primera mitad, con un disparo cruzado de Querol que se marchó fuera.

La primera mitad se iba a cerrar con dos buenas acciones de Toché. La primera de ellas fue en el minuto 42, en una jugada individual que finalizó con un disparo con la derecha que rozó el larguero y la segunda a un minuto del descanso, en un remate de cabeza, a centro de Fernández que se marchó fuera.

La segunda mitad se inició con otra buena ocasión de los azules en un lanzamiento de falta directo de Varela que paró bien Badia y con un Oviedo que trataba de mover con criterio el balón, asegurando los pases ante un rival que no variaba sus planes iniciales.

Los azules seguían con una posesión clara del balón, pero les faltaba profundidad para generar verdaderas situaciones de peligro. Sin embargo, el Reus lo logró en una salida a la contra, con un buen control de Querol que además se deshizo con calidad de Oscar Gil, pero su disparo salió rozando el poste izquierdo de la portería de Juan Carlos en la mejor ocasión de los catalanes en lo que iba de partido.

A partir de ahí, el encuentro entró en una fase en la que los locales comenzaron a jugar contra el reloj, mientras que el empate en el marcador fortalecía las expectativas de un Reus que ya se preocupaba más de mantener el resultado.

Así se entró en el último cuarto de hora en el que el Oviedo lo intentaba ya con más ganas que acierto. Los azules tenían el control del juego, pero era un dominio estéril, ya que eran incapaces de generar claras ocasiones. La mejor llegó con un lanzamiento de Michu desde fuera del área que detuvo bien Badia. En los últimos minutos Hierro se lo jugó la carta del ataque dando entrada a Linares, pero cuando parecía que el único que podía marcar era el Oviedo, llegó el tanto del Reus en la última jugada del partido que deja al conjunto azul muy tocado.