En la decisión de Hierro había un poco de todo. Por una parte estaba la necesidad de buscar soluciones. Los resultados no estaban acompañando y había que darle un giro a la situación. De ahí, por ejemplo, el cambio de dibujo al 4-1-4-1. También influía el cansancio. El Oviedo había disfrutado de dos días menos de descanso que el Cádiz y convenía repartir minutos para que fluyera el oxígeno. Por último, las lesiones pesaron en algunas decisiones. Como el descanso de David Fernández, con una contractura. La suma de todos los factores hizo que Hierro le diera un vuelco a su equipo y apostara por un once inédito, con futbolistas con menos kilómetros en las piernas. La respuesta no pudo ser más positiva. Futbolistas secundarios hasta la fecha hicieron acto de presencia en el momento más complicado.

Es el caso de Héctor Verdés, que inició la temporada como básico en el esquema de Hierro. Desde la pretemporada, el técnico se centró en numerosas ocasiones en el trabajo defensivo, haciendo hincapié en la labor de los centrales. Parecía desde un principio que David Fernández y Verdés sería la pareja preferida. Y así fue durante las dos primeras jornadas, hasta que una lesión se cruzó en el camino del segundo. Verdés fue titular en Valladolid y ante el Almería, pero fue sustituido ante los andaluces a los 44 minutos. Las molestias de David Fernández le lanzaron al once en la cita del Carranza con apenas 135 minutos disputados, pero su tiempo de inactividad apenas se notó. Fue el zaguero más firme y se hizo fuerte en el juego aéreo. También contribuyó en el primer gol azul, tocando de cabeza hacia Toché, libre en el área pequeña. La recuperación de David Fernández hará que la lucha por los dos puestos de central se ponga interesante entre el madrileño, Verdés y Óscar Gil.

El caso de Peña tiene similitudes. Como Verdés, el lateral también inició la Liga como titular en Valladolid, aunque fue superado a partir de entonces por Varela. Contribuyó en el campo en Mallorca (8 minutos) y Getafe (20). Para viajar a Cádiz, Hierro decidió dejar a Varela en tierras asturianas y confiar en Peña que se mantuvo firme en su carril hasta que el tramo final de la primera parte dijo basta. Una lesión le obligó a ser sustituido.

Entró en escena en ese momento Christian Fernández, con mayor tiempo de inactividad: aún no había debutado en la Liga. Su única contribución esta campaña fue en la Copa, en los 120 minutos disputados ante el UCAM. Sustituyó a Peña con solvencia en defensa, sin alardes en ataque, pero mostrando una concentración notable.

Con David Rocha la historia está condicionada por una lesión que le ha impedido entrar en el equipo hasta las últimas semanas. Considerado por Hierro como pieza clave, el extremeño no debutó hasta la 5ª jornada en Getafe. Se hizo con un puesto de titular en Reus y en Cádiz repitió, firmando su actuación más convincente hasta la fecha, cómodo como interior en el nuevo sistema diseñado por Hierro.

El último caso representativo de regreso al protagonismo fue el de Miguel Linares, que no era titular desde la tercera jornada de la Liga. En el Carranza lo hizo como improvisado extremo, aportando un gol y trabajo constante.