El Real Oviedo consiguió una necesaria y merecida victoria en el Carlos Tartiere.

Necesaria para conseguir la tranquilidad que echaba en falta el equipo en sus partidos como local y que poco a poco va llegando con el cambio de sistema implantado por Fernando Hierro.

Ya son tres partidos desde que el técnico decidiera cambiar la configuración del equipo. En ellos, los azules, han sumado siete de los nueve puntos en disputa y eso les ha catapultado ya hacia la zona por la lucha por entrar en el playoff.

El equipo parece cada vez más sólido aunque no es capaz de jugar con la continuidad exigida por el técnico. Sufrió en exceso en el comienzo de la segunda mitad cuando pareció replegarse, con el resultado a favor, en lugar de seguir con la presión alta del inicio del partido.

El encuentro comenzó con un Oviedo dominador. Recuperaba en campo contrario e impedía que el Rayo progresase en su juego.

Poco a poco los vallecanos se fueron rehaciendo y pasado el cuarto de hora comenzaron a buscar el gol con jugadas, sobre todo, a balón parado en las que Manucho era la clara referencia por alto.

Un gol bien anulado al Rayo tras toque de cabeza de Manucho era una prueba más de ese peligro del angoleño.

Con el partido ya igualado, en juego y posesión, llegó el tanto del Oviedo. En un ataque visitante, un robo y el rápido pase de Michu a la espalda de la defensa iniciaron la jugada. Linares en carrera contra dos defensores porfió por la pelota y consiguió tocar con la puntera para batir finalmente a Toño.

Con este resultado se llegó al descanso no sin antes Juan Carlos salvar el empate en dos nuevos remates en acciones de estrategia visitante.

El comienzo de la segunda parte fue claramente rayista. Sin claras ocasiones, el balón siempre rondaba el área local ante un Oviedo demasiado replegado.

Otro tanto anulado a Galán por fuera de juego y una clara ocasión de Álex Moreno fue el mayor bagaje de un equipo visitante que poco a poco comenzó bajar los brazos. El segundo tanto, marcado por Toché de penalti, marcó el fin de la resistencia de los Sandoval en el minuto 71.

Un penalti discutido puesto que la falta fue cometida justo al límite del área, con muchas dudas sobre si fue dentro o fuera de esa área.

Sin mayor problema aguantó el resultado el equipo asturiano que gozó de alguna ocasión más antes de finalizar el encuentro.

Partido serio del Real Oviedo. Sigue encajando muy pocos goles y generando ocasiones de peligro sin necesidad de combinar en exceso y con tres delanteros que poco a poco se van coordinando y mejorando su posicionamiento en este nuevo sistema sin perder su efectividad habitual.

Victoria para la tranquilidad y sobre todo para la esperanza de cara al futuro próximo,

Buena entrada en el Carlos Tartiere con 14.618 espectadores en este horario matinal que seguramente brindarán por el éxito del equipo en esta racha de tres partidos sin perder que puede continuarse la próxima semana en su encuentro frente al Girona FC, este sábado a las 18:00h.