Aquel aficionado que haya visto los dos últimos encuentros del Real Oviedo en el Carlos Tartiere podrá encontrar enorme semejanzas entre ellos.

En ambos los azules se adelantaron en el marcador merced a una contra, avanzada la primera parte, cuando el rival parecía sentirse más cómodo, aguantaba en la segunda las acometidas del contrario para resolver finalmente con un segundo tanto y esperar cómodamente el final del partido.

El Real Oviedo acumula ya 11 de los últimos 15 puntos en liza y se instala por primera vez desde el inicio de la temporada en posición de playoff de ascenso.

El protagonista de la jornada fue, de nuevo, Linares. Partiendo desde la banda izquierda y con gran desgaste físico en sus acciones defensivas fue capaz de marcar los dos goles de un Oviedo en dinámica ascendente.

El primero, a la media hora de la primera mitad y en una jugada muy similar a la que inauguró el marcador frente al Rayo Vallecano. Saque de banda para el rival. Michu presiona, le cae e balón a Toché que busca el balón al espacio sobre un Linares que controla en carrera, avanza unos metros y dispara desde el borde del área para batir no solo al portero contrario sino también a un terreno de juego que hoy fue un rival más a batir por los azules. A pesar del extraño bote que le dio la pelota a Linares en su disparo el delantero fue capaz de marcar el primero.

El segundo gol se produjo ya casi al final del partido con un Tenerife volcado en busca del empate. Buena jugada colectiva al primer toque que concluye Varela con un centro raso desde la izquierda. Linares controla, llegando desde atrás, regatea a su par y bate al meta de disparo cruzado.

Este 2-0 puede considerarse demasiado amplio para los merecimientos de unos y otros. El CD Tenerife demostró ser un buen rival y creó las suficientes ocasiones de peligro como para al menos no haber dejado su marcador a cero.

Juan Carlos estuvo muy acertado durante los noventa minutos. Muy seguro por alto fue capaz de detener las pocas pero muy claras ocasiones de los canarios.

La dinámica ascendente del Oviedo continúa. Con esa pizca de suerte para llevarse el partido pero con un gran trabajo de todos sus hombres que siguen mostrando una gran solidez y solidaridad entre todos sus miembros pero que hoy se ha visto penalizada por el estado del terreno de juego.

Muy irregular, los continuos resbalones impedían atacar con decisión la pelota temiendo posibles faltas o desequilibrios que crearon cierta inseguridad en la defensa y la pérdida de fluidez en el ataque al no poder asegurar el pase.

Con esta victoria el Real Oviedo asciende a la sexta plaza, puesto de playoff que no ocupaba desde el descalabro del final de la temporada pasada. La sensación positiva es que el equipo de Hierro llega con fuerza desde atrás y con mucho margen de mejora.

13.676 espectadores en el Carlos Tartiere que apoyaron al equipo en los momentos de apuro ante las llegadas visitantes y que esperan con optimismo el próximo encuentro de los azules en Murcia. Frente al UCAM, domingo a las 18:00h.