En su primer día en la oficina, un entrenamiento físico en El Requexón, Jorge Ortiz conversaba con Fernando Hierro a pie de campo. Desde la banda era imposible descifrar el diálogo, pero sí se percibió un gesto: el extremo se tocaba con insistencia la pierna en la zona de la ingle. Ortiz se ausentó de las siguientes sesiones por lo que parecían unas simples molestias en el adductor. Sin embargo, la situación no ha sido tan sencilla: tres meses después de la escena descrita en El Requexón, el extremo aún no ha debutado. Tras superar dos lesiones en la zona, Ortiz ha entrado por primera vez en una convocatoria de Hierro para viajar a Murcia. En La Condomina llega su cita más esperada.

La de Ortiz es la novedad en la lista de 18 que Hierro ha elaborado para desplazarse a Murcia, un destino que alcanzaron ayer previa escala en Madrid. Ortiz es uno de los cinco futbolistas que aún no se han estrenado este año en la Liga en la primera plantilla. Les sucede lo mismo a Esteban, Diegui Johannesson, Jonathan Vila y Héctor. Aunque los tres primeros sí disfrutaron de minutos en el encuentro de Copa, precisamente en La Condomina.

Hierro sigue buscando el mejor rendimiento de sus hombres con la particularidad de que aún no ha repetido once en lo que va de temporada. Pero las pruebas parecen limitadas a un grupo más reducido de jugadores de lo normal. El malagueño ha empleado hasta la fecha a 19 futbolistas. No hay ningún conjunto en Segunda que haya usado menos hombres. En la lista para Murcia hay tres jugadores que podría sumar sus primeros minutos: Esteban, Jonathan Vila y el propio Ortiz.

El extremo ha demostrado desde hace un par de semanas que está perfectamente recuperado de sus problemas en el adductor. Hierro ha preferido tener paciencia con él y esperar a que recuperara el ritmo adecuado para competir. En las sesiones en El Requexón, Ortiz ha actuado pegado a la cal y por posiciones más interiores. Se ha mostrado como un atacante con chispa que le gusta encarar y atacar la meta rival.

Su llegada se produjo por una conexión madridista. Fernando Morientes dirigió la temporada pasada al Fuenlabrada durante la primera parte del campeonato, hasta que los resultados le dieron la espalda y fue despedido. En aquel equipo destacó en la banda derecha Ortiz, descarado y veloz, una de las bazas de Morientes en el Fuenlabrada. Sus prestaciones llegaron a oídos de Hierro, que buscaba chispa en el mercado estival para su primera experiencia en los banquillos. Morientes no lo dudó: Ortiz era su hombre. El malagueño recogió el consejo de su excompañero en el Bernabeu y dio el visto bueno a la operación. Pero la irrupción de Ortiz con la camiseta azul se está haciendo esperar. Quizás Murcia sea el momento.