Desde el aterrizaje de Hierro en verano empezó a planear por El Requexón la idea de que Héctor Verdés sería indispensable. Nunca se escuchó una declaración en eses sentido del entrenador, pero los ensayos, los encuentros de pretemporada y las frecuentes charlas a pie de césped reforzaban la idea. Incluso se diseñó un plan físico especial para que el zaguero no tuviera problemas físicos. El mejor Verdés ha emergido justo cuando lo ha hecho el mejor Oviedo.

-Tres puntos, portería a cero, un gol? El partido soñado por cualquier defensa.

-Todo te deja satisfecho, pero especialmente la victoria. Es verdad que no fue el partido más bonito de la temporada pero dentro de un par de días nadie recordará cómo los logramos: son tres puntos más.

-¿Mucho sufrimiento sobre el césped?

-Sí, sí. Desde el minuto uno no nos encontramos cómodos. Se llevaron muchas segundas jugadas, no tuvimos continuidad en el juego, no fuimos capaces de enlazar jugadas largas. Pasamos buena parte del encuentro defendiendo.

-A pesar de ese dominio local, tampoco disfrutaron de tantas ocasiones. Ya se ha visto en otros partidos algo similar.

-Intentamos estar muy juntos y eso está dando sus frutos. Al final los equipos rivales por mucha posesión que tienen, sus llegadas se pueden contar con los dedos de una mano. Fuera de casa, a los rivales les costará mucho ganarnos.

-Seis goles en contra en la Liga; dos en los últimos seis partidos. Los números son impresionantes.

-Es lo que nos está llevando a dónde estamos ahora mismo y lo que hace que se rentabilicen tanto los goles. Con una ocasión, con un tiro a gol como en Murcia, nos llevamos las victorias.

-¿En qué ha cambiado el equipo desde el comienzo de temporada?

-Son conceptos que el cuerpo técnico lleva trabajando desde el primer día, no hemos cambiado nada. Lo que pasa que todo lleva un tiempo de adaptación y ahora tenemos claro que estando todos muy juntos, acercando las líneas, es muy difícil que te hagan gol.

-¿La defensa es la seña de identidad de este equipo?

-Así es en Segunda. No encajar goles nos ha llevado arriba en cinco o seis semanas. Es el ejemplo más claro de lo trascendente que es la defensa en esta categoría.

-¿Es su mejor momento en el Oviedo desde su llegada?

-Sí, sobre todo porque noto que tengo continuidad: he jugado cuatro de las últimas cinco semanas y eso el futbolista lo nota. Me voy encontrando mejor físicamente, que eso es básico para poder rendir.

-Da la impresión de que Hierro ha creído en usted desde el primer día.

-Lo agradezco, es algo que el futbolista siempre necesita, que el entrenador confíe en él para que pueda dar su mejor rendimiento. Después de lo que he pasado desde que llegué al Oviedo ahora puedo disfrutar. Me viene muy bien porque las cosas no han sido sencillas.

-¿Qué significa para un defensa tener como entrenador a Hierro, un zaguero que en su época fue de los mejores del mundo?

-Es un orgullo tener a Fernando Hierro como entrenador. Fue una figura muy importante dentro del fútbol español, todos lo conocemos de aquella época, y sus conocimientos y experiencia nos viene muy bien para aprender cada día.

-El equipo ya está cuarto. ¿Es de los que mira la clasificación o prefieres no hacerle caso de momento?

-Cuando ganamos la miro más. Los días en los que perdemos prefiero no hacerle mucho caso. Es la consecuencia al trabajo bien hecho.

-Hierro siempre mantiene que el equipo tiene margen de mejora. Si ahora el Oviedo está cuarto, ¿a dónde puede llegar?

-Cuando comenta que el equipo puede crecer más, creo que se refiere más a una cuestión de juego que de resultados. Por ejemplo, podemos mejorar en intentar tener posesiones más largas, ser capaces de dominar un poco más el partido con balón. Hemos progresado en el aspecto defensivo, los resultados son evidentes, pero tenemos otras facetas del juego en el que aún hay un margen amplio de mejora.