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El gol de la grada

Los jugadores tienen que notar que en La Ería está su casa, que allí están entre los suyos

La previsión meteorológica es de frío e intensa lluvia, pero el Carlos Tartiere debe convertirse ante el Lugo en una auténtica caldera para un partido que puede consolidar a los de Fernando Hierro en los puestos altos de la tabla. La afición azul, que sabe distinguir perfectamente aquellos momentos en los que el equipo necesita su aliento incondicional, tiene que marcar (y así lo va a hacer) el primer gol ante los gallegos. La comunión total entre el campo y la grada siempre ha dado excelentes resultados. A estas alturas de la campaña, y situados en la zona noble de la clasificación, no hay motivos para renunciar a un espíritu de unidad sin fisuras que en ningún caso hay que confundir con falta de exigencia. Los jugadores, y así lo ha advertido el entrenador con mucho acierto, tienen que notar que en La Ería está su casa, que allí están entre los suyos, porque seguro que eso les inspira la confianza necesaria para soltarse y dar lo mejor de sí. Los tres puntos en juego frente al Lugo tienen la relevancia suficiente como para que el Tartiere presente su mejor versión, la más temible para el adversario y la más motivadora para los nuestros, siempre dentro de los cauces estrictamente deportivos y del debido respeto al rival y a sus seguidores.

Tras una espectacular racha de resultados, el rocoso Real Oviedo ha conseguido meterse en los puestos de privilegio con la impresión de que se trata de un equipo que todavía está en construcción, que va a ir progresando según avance la competición. Hierro, que sabe muy bien lo que se trae entre manos, está colocando unos sólidos cimientos defensivos que son imprescindibles para una categoría tan dura e igualada, en la que el Oviedo no dispone de plantilla suficiente como para pasearse hacia el ascenso. No encajar garantiza no perder. Y eso son puntos, muchos puntos, al final de la campaña.

Sí queda el reto de ir mejorando la transición entre la defensa y el ataque para incrementar el número de ocasiones de gol, escasas en la mayoría de los partidos por mucho que la gran calidad de los delanteros azules esté logrando tapar esa carencia. Seguro que el fútbol ofensivo del equipo irá a más con el paso de los partidos y con los subidones de confianza que dan los puntos, que son lo que realmente importa para subir a Primera. Asciende el que más suma y no el que mejor juega.

Con lo económico encauzado y en la buena senda futbolística, lo que preocupa a las puertas del invierno es el estado del campo, que amenaza con convertirse en un auténtico lodazal y en un peligro para la integridad física de los futbolistas en cuanto comience a llover en serio. Desconozco de quien es la culpa de que el nuevo césped esté en tan mala situación, aunque parece claro que se tardó bastante en iniciar las obras para cambiarlo. El Ayuntamiento debería de reaccionar con rapidez a la vista de que el resultado de la actuación no es, ni mucho menos, el apetecido. Con un ojo en el "prau", lo que realmente importa ahora mismo es imponerse al Lugo, sin olvidar que cuando no se puede vencer no hay nada mejor que empatar.

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