Oviedo, Nacho AZPARREN

Faltaban solo un par de minutos pero el Oviedo mantuvo la fe. Rocha lanzó el enésimo saque de esquina y del rechace surgió la oportunidad. Verdes remató y la pelota se fue a la red para cumplir un par de objetivos de un plumazo: hacer que el Oviedo suma un punto y evitar que se rompa la racha más exitosa de la temporada. Con la igualada ante el Lugo, los de Fernando Hierro ya acumulan siete semanas sin perder. El gol fue la buena noticia de la tarde para Verdés; la mala, la quinta amarilla que vio el central y que le impedirá jugar ante el Huesca el próximo sábado.

Cádiz sigue siendo el punto de inflexión en una temporada que va de menos a más, en una evolución muy similar al partido de ayer. Desde aquel duelo en el Carranza, los azules no han vuelto a perder. Suman 15 de los últimos 21 puntos en juego, una dinámica que les ha servido para asentarse en los puestos de honor de la clasificación. Ya son segundos.

En la suma de razones positivas del encuentro de ayer estuvo el césped del Tartiere. Al menos, así lo manifestó Hierro y algunos futbolistas: todos esperaban que se encontrara en un peor estado. "Parece que la lluvia le ha venido bien", destacaba el zaguero Christian Fernández al término del encuentro.