Hay varios puntos en común en cada explicación que sale del vestuario azul. Que la primera parte fue del Lugo y la segunda del Oviedo es repetido por cada protagonista. Que el Oviedo firmó una segunda parte sobresaliente, con intensidad, agresividad y frecuentes llegadas, también. Pero coincide un tercer elemento, que tiene más que ver con elementos externos que las razones meramente futbolísticas. Todos coinciden en señalar al Carlos Tartiere como clave en el empate ante el Lugo.

Christian Fernández fue el primero en destacar este factor minutos después de que finalizara el encuentro. "El público nos llevó en volandas. Cuando hay comunión entre el equipo y la grada se nota", explicó el lateral. La reacción de la grada coincidió con la mejor imagen de los azules. Tras una primera parte en la que el Lugo se hizo con el dominio del balón y del encuentro, los de Hierro mostraron su mejor imagen en el segundo acto.

El equipo le dio motivos a la grada para creer y ésta, a pesar de que las condiciones climatológicas no invitaban a mucho esfuerzo, transmitió a los futbolistas la energía suficiente para reaccionar. La comunión perfecta. "Notamos el apoyo, ellos nos dieron esa marchita extra que nos faltó en la primera parte. Es lo que deseamos: que haya comunión entre todos", analiza Verdés. "La gente nos ayudó. Ya lo he dicho en más de una ocasión: cuando la gente aprieta a los rivales se les hace muy complicado sacar algo positivo del Tartiere", interviene David Rocha. El apoyo del respetable fue a más a medida que el Oviedo invadía el área lucense. "Es el empuje de la gente el que nos ayuda a meter al rival en su área. Cuando parece que no hay fuerzas, son ellos los que te ayudan", indica Verdés. El central pone el colofón a las alabanzas del Tartiere con una descripción gráfica del gol del empate: "El remate pasa entre las piernas de todos y al final entra. Creo que ese balón lo empujamos todos, no solo yo".

A pesar de que el día no acompañaba, se dieron cita en el municipal ovetense 13.363 espectadores según datos del club (13.022 según La Liga en su página web), la mejor entrada de la jornada en Segunda. Los asistentes en el Tartiere estuvieron por encima de los que acudieron a Cádiz (10.821), a Mallorca (8.187), a Almería (8.017), a Valladolid (7.693), a Vallecas (6.772), a Getafe (5.668), a Gerona (4.452), a Reus (4.107), a Miranda de Ebro (2.962) y a Soria (2.386). Incluso, según las cifras hechas públicas por el club carbayón, hubo más gente en el Tartiere que un encuentro de Primera: el Granada - Deportivo, que congregó a 13.328 espectadores en el municipal ovetense.