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Toché, de oro en el Oviedo

El ariete, que fue convocado en su día con la selección de hockey hierba antes de fichar por el Atlético junto a su hermano, cumple 50 partidos

Toché, de oro en el Oviedo

Cuando se anunció su fichaje, el 30 de julio de 2015, hubo quien frunció el ceño, escéptico: Toché llegaba de Primera, pero sus números de la temporada no convencían: 4 goles en 25 partidos con el Deportivo de la Coruña.

Hoy, año y tres meses largos después, Toché no sólo convence sino que es una referencia entre el oviedismo. El delantero murciano vive a sus 33 años uno de los momentos más dulces de su larga trayectoria. En el Oviedo, en temporada y cuarto, suma ya 50 partidos en Liga y ha anotado 21 goles, una media de 0,42 tantos por encuentro, la tercera mejor media de su carrera, casi idéntica a las otras dos que la superan: la de 0,43 goles que promedió en sus dos temporadas que militó en el Panathinaikos griego y los 0,45 que registró los otros dos cursos en el Cartagena.

Las bodas de oro con el Oviedo de Toché, que suma este curso cuatro tantos y es el delantero que más remata de la categoría (38 disparos) coinciden con la mejor situación de los últimos tiempos del equipo azul, a las puertas del cielo por primera vez en catorce años.

De ello tiene parte de culpa este delantero capaz de convertir su 1,86 de estatura en algo plástico en el área y su zancada en un bocado letal. Porque Toché, como buen trotamundos del fútbol que es, con nueve equipos a sus espaldas, tiene una historia detrás que mezcla, oportunidades, decisiones y goles.

Pocos saben, por ejemplo, que su destino pudo cambiar para siempre cuando crecía en Santomar, una localidad murciana de 15.000 habitantes. Allí, cuando militaba en el equipo infantil del Murcia, le llegó una oportunidad de altura para el adolescente que era: la selección española de hockey hierba. Compatibilizaba entonces la pelota con el stick y los ojeadores de la federación de hockey le vieron maneras. Le llamaron y fue convocado. "Ni siquiera sabía muy bien las reglas, pero era un ganador nato, tenía mucha velocidad y daba palos", rememoraba hace un tiempo su padre, Emilio, a La Opinión de Coruña, periódico del mismo grupo que este diario. Toché llegó a jugar un amistoso en Cataluña y tan bien lo hizo que, al poco, los directivos del Terrasa de hockey quisieron reclutarle para la causa, pero cuando fueron a preguntar ya era tarde: Jesús Gil lo acababa de fichar para la cantera del Atlético de Madrid adelantándose al Madrid o al Valencia.

En realidad, Gil le acababa de fichar a él (15 años entonces) y también a su hermano mayor, Rubén (17). Los dos, delantero y lateral derecho, viajaron la misma semana de Murcia a Madrid, uno un lunes y otro un viernes, y dejaron en Santomera, con su padre Emilio y su madre Teresa, al pequeño de la familia, Kiki, que hoy ya no es tan pequeño (25 años) y que sigue jugando de delantero y marcando goles (lleva dos) en El Palmar, equipo que ocupa puestos de play-off en la Tercera murciana. Kiki, de nombre Emilio, militó en su día en el UCAM Murcia. Rubén, por su parte, volvió años después a Murcia y siguió ligado al fútbol como entrenador.

Porque Toché, que así se llama José Verdú (1-1-83) desde que fue bautizado en el colegio -"lo de Toché viene de José, le empezaron a llamar así y, no sé muy bien cómo, le quedó ese nombre para siempre", explica su padre-, siempre ha estado en contacto con el fútbol y con el gol. El gusanillo por el balón le entró desde pequeño, cuando a finales de los ochenta y principios de los Noventa iba con su padre a La Condomina a ver a aquel Murcia ascensor que sobrevivía entre Primera y Segunda. Su primer partido fue con un equipo de fútbol sala llamado la Cordillera y el inicio no pudo ser más triunfal: el resultado fue 6-6 y Toché anotó los seis goles. A partir de ahí, este futbolista tranquilo, dueño un coqueto grifón belga llamado "Coco", fan del músico Rosendo y con una canción dedicada por el grupo Sarna, amigos suyos, inició su larga trayectoria. Pudo elegir el stick, pero optó por el balón y hoy, muchos años después, ya es de oro con el Oviedo.

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