Si un equipo se construye desde atrás, como dicen los expertos, un análisis de la defensa es una buena forma de escrutar el estado de un club. De la defensa del Oviedo se ha dicho casi de todo a estas alturas de temporada, y casi de todo para bien. Y es que los números no engañan: 7 goles recibidos en 13 jornadas es el mejor promedio del fútbol profesional, y 8 partidos de 13 con la portería a cero es un privilegio en una categoría tan igualada como la Segunda, donde a veces los empates se convierten en victorias y un punto es oro, como bien sabe el Oviedo del último conseguido ante el Lugo en el Tartiere.

A Fernando Hierro, técnico azul, le aborrece bastante que se limite el mérito del equipo a su ejercicio defensivo, quizá por temor a recibir una etiqueta de la que, empezando como está en los banquillos, prefiere huir. Pero lo cierto es que, por ahora, transcurrido casi un tercio de temporada -se cumple el sábado en Huesca- la solidez defensiva es lo más destacable de un bloque que ha logrado ser eso, un bloque, y que ha sido capaz de coger un ritmo de crucero que le lleva ya camino de los dos meses sin perder.

La defensa es la única línea del equipo que no ha cambiado de dibujo. El Oviedo ha jugado con uno y dos delanteros, con uno y dos pivotes, con y sin extremos, pero la defensa siempre ha sido una línea de cuatro. Aquí no hay negociación. Hierro siempre lo ha tenido claro, más allá del rival y del escenario. Así lo trabaja diariamente en El Requexón con ejercicios específicos en los que se percibe la implicación de todos. Lo que sí ha variado han sido los nombres, prueba de que el muro también rota. En lo que va de Liga, el técnico andaluz ha cambiado la defensa en siete de las trece jornadas y ha probado a unos y otros hasta dar con la que, parece, es la titular hoy por hoy: Fernández en la derecha, Verdés y David Fernández en el centro de la zaga y Christian Fernández de lateral izquierdo.

Estos cuatro nombres han ocupado la titularidad en cuatro jornadas este curso, las tres últimas de forma consecutiva. Es la más regular desde el punto de inflexión de Cádiz, desde que el Oviedo dio inicio a la racha actual. Pasado mañana, no obstante, Hierro tendrá que variar la defensa porque Verdés está sancionado por cinco amarillas. El buen rendimiento del central valenciano es una de las gratas sorpresas esta temporada tras una campaña, la anterior, que transitó entre la irregularidad y las lesiones. Verdés ha añadido a su potencia aérea y su contundencia en el corte un punto goleador que le ha situado el tercer máximo anotador del grupo, con dos goles, por detrás de Linares y Toché.

Ante el Huesca no estará el defensa goleador y, si los ensayos en el entrenamiento no engañan, será reemplazado por Óscar Gil, futbolista de 21 años que juega en el Oviedo cedido por el Athletic. El concurso de Óscar Gil deparará una defensa (Fernández, Óscar Gil, David Fernández y Christian Fernández) que sólo tiene un precedente: hace tres jornadas ante el Girona (0-0).

Óscar Gil (7 partidos disputados) y Héctor Verdés (8) se han ido alternando en una zaga en la que son fijos el lateral Fernández (ha jugado los 90 minutos en los 13 partidos) y el central David Fernández (ha jugado 11 de 13). El malagueño ha dudado en el lateral izquierdo: empezó con Peña, siguió con Varela y acabó por Christian Fernández.

De las siete defensas alineadas, además de la considerada titular citada anteriormente, hay otra que Hierro repitió durante cuatro partidos, entre las jornadas tercera y sexta, ambas incluidas: Fernández, Óscar Gil, David Fernández y Varela. Entonces el Oviedo era más irregular y estaba buscando una identidad que ya parece haber encontrado y que tiene en la defensa uno de sus puntos más fuertes.