Cuando evoca a su padre, a Carlos Casanueva, los recuerdos le llevan a un campo de fútbol. Le transportan a la década de los años 20 y 30, cuando el Real Oviedo nacía y se codeaba pronto con la élite del fútbol nacional. Los años de oro, del primer ascenso, de la inauguración de Buenavista? De la "delantera eléctrica"; de los Casuco, Gallart, Galé, Iciarte y, por supuesto. Lángara . "Era un jugador destacadísimo, tanto en México como en España. Dejó el sabor de gran futbolista", enjuicia Casanueva. "Mi padre nos decía que el Oviedo era el mejor equipo del mundo por entonces", recuerda con una sonrisa. Fútbol y familia unidos por el mismo recuerdo. En el caso de Carlos Casanueva es lo que le ha abierto las puertas del Real Oviedo.

Casanueva es el presidente vitalicio de Interprotección, una empresa mexicana que se dedica al mercado de la correduría de seguros. La gestión de la empresa está hoy en día en las manos de sus hijos, pero Carlos Casanueva sigue poniendo el alma. Entre todos, y con el empujón sentimental de los antepasados, decidieron dar el paso y convertirse en el primer patrocinador mexicano en la historia del Oviedo. "Es una apuesta sentimental", subraya el empresario sobre el contrato de dos años firmado.

Ayer fue el día elegido para presentar el acuerdo ante los medios y el club carbayón cuidó todos los detalles para que Casanueva se sintiera cómodo en su nueva casa. El mexicano llegó al Tartiere acompañado del enorme séquito que forma su familia. Todos se desplazan por Asturias en un autobús. De Lastres a Covandoga, y de la visita a La Santina al Carlos Tartiere. Allí les recibió la plantilla, el cuerpo técnico y los consejeros Fernando Corral y Manuel Paredes. El club le hizo entrega al invitado de una camiseta del Oviedo y una réplica de la zamarra del Asturias, club mexicano del que su padre fue directivo.

Joaquín del Olmo, asesor de Carso, hizo minutos después de maestro de ceremonias en la sala de prensa. "Éste es un paso más del Grupo Carso. Los patrocinios son importantes porque nos generan un presupuesto más alto en La Liga, nos ayuda desde el punto de vista del marketing. Pero sobre todo, si se hace con una marca exitosa y que se une mediante un vínculo sentimental y familiar", señaló Del Olmo. "Estamos aquí por los lazos afectivos", intervino Casanueva, "no hizo falta que me convenciera Arturo Elías. Él nos contó la situación del Oviedo y el esfuerzo de los socios por sacar el equipo adelante. Inmediatamente respondimos que queríamos patrocinar al Oviedo para alcanzar las metas más altas".

Desde su país, Casanueva es testigo del desarrollo del sentimiento oviedista potenciado por la marca Slim: "Hay mucha afición por el Oviedo en México. El club tiene muchos seguidores en mi país porque hay una colonia asturiana muy amplia. Incluso hay peñas en México que se reúnen todas las semanas para seguir los partidos".