El primer capítulo de Verdés con el Oviedo, la campaña pasada, estuvo lejos de ser bueno. Los problemas físicos y de tarjetas mermaron su rendimiento desde el principio. Su frustración se evidenció el día de la visita del Córdoba. Tras tenerlas con Florin Andone, el central fue expulsado al inicio de la segunda mitad. Después, llegó la rajada del rumano. "Lo han expulsado porque un jugador así no puede jugar en esta categoría. Que se vaya a Tercera o a Preferente", pronunció el delantero tras la derrota de su equipo. Aquel Verdés, nervioso y sobreexcitado, ha dado paso esta temporada a una versión más templada y eficaz. En resumen, más fiable. El pasado sábado se vio una nueva muestra, con Roger, máximo artillero de la categoría, enfrente. El ariete del Levante se fue del Tartiere sin chutar a puerta.

Y lo visto sobre el césped no es una excepción. Es la tónica general de una temporada que está encumbrando a la defensa de Hierro como la más eficaz de Segunda. Ningún equipo ha logrado dejar tantas veces la puerta a cero, 9, y en esa zaga infranqueable destaca la labor del valenciano.

"Roger venía haciendo goles pero al final el trabajo colectivo hizo que no estuviera cómodo, que no le llegaran balones cerca del área". Verdés intenta despejar los elogios lejos, a la grada, aunque resulta imposible no relacionar el buen rendimiento defensivo del equipo con su presencia en el centro de la retaguardia. Con Verdés en el campo, el Oviedo no pierde desde la primera jornada (1-0 en Valladolid). Si se centra el análisis en duelos individuales, los máximos artilleros de Segunda División no han estado cómodos con el valenciano enfrente.

El de Roger es el último caso. Máximo anotador con 10 goles, también es el futbolista que más chuta: 42 intentos. En Oviedo solo disparó una vez, pero la pelota no llegó al arco defendido por Juan Carlos. A Joselu, segundo máximo artillero con 9 dianas y el tercero que más chuta (38), le sucedió algo similar. Llegó como amenaza del Lugo y se fue sin disparar a puerta tras 79 minutos de juego. Y al tercer artillero de la Liga, Ortuño y sus 8 goles, le pasó lo mismo: no disparó entre los tres palos en el 0-2 de Cádiz. La lista del top-4 se completa con Brandon, 8 dianas. El mallorquinista fue suplente ante el Oviedo, pero disputó los últimos 24 minutos y tampoco chutó a puerta. En los cuatro casos descritos, Verdés lideró la zaga.

La excepción a una situación que se ha normalizado la puso Manu Del Moral, quinto artillero de Segunda con 7 goles, que se fue del Tartiere anotando tras probar con 4 tiros, dos de ellos a puerta, en el 2-2 que el Numancia arrancó de su visita.

Verdés prefiere no sacar pecho. Conoce la competición y el fútbol no permite muchas relajaciones. El calendario es un buen ejemplo. Después de haber desactivado a Roger, toca viajar a Santo Domingo, estadio en el que las áreas son propiedad de David Rodríguez, su atacante más voraz. "Es un delantero muy peligroso porque en el área es muy vivo, se desmarca muy bien. Puede estar 80 minutos sin aparecer y en la jugada más tonta, te marca", le define Verdés, que compartió vestuario con él en la 2014/15.

Los números insinúan que no está siendo ésta la campaña más fructífera de David Rodríguez. O al menos, no a la altura de los más inmediatos precedentes. Hace dos campañas, hizo 20 goles, y la pasada, 19; ambas con el Alcorcón. En la actual, lleva cuatro tantos. Pero Verdés sabe que con delanteros como David Rodríguez siempre hay que andarse con ojo: "Ese perfil de jugador es difícil de controlar por lo rápido que es. Es un futbolista que rompe a la espalda y ejecuta de forma veloz dentro del área", añade el zaguero azul.