Cada vez que comparecen, a los futbolistas del Oviedo pocas veces se les pasa lanzar un guiño a la afición, especialmente si lo hacen después de un partido en el Carlos Tartiere. Saben los que juegan, como saben también los que mandan, que el éxito del club pasa por una unión fuerte entre el equipo y la afición.

De momento, el estadio oviedista responde. El Tartiere es, a estas alturas de temporada, el segundo que más afluencia registra de la categoría, con 13.571 espectadores de media, sólo por detrás de los 16.698 espectadores que acuden cada dos domingos a La Romareda en Zaragoza. El Tartiere, que ante el Levante registró la tercera mejor entrada del curso, está en puestos de ascenso directo en una particular clasificación (detallada en el gráfico adjunto) que cierra el Alcorcón, próximo rival de los azules, que tiene 2.316 de media. Un dato que alumbra el contraste: al estadio del club madrileño (Santo Domingo) han ido en toda la temporada un total de 16.214 espectadores en 7 partidos, 2.500 más de los que acuden a un partido del Oviedo en casa.

El Tartiere, en ocho encuentros, registra una afluencia total de 108.569 espectadores, algo por debajo de los 116.839 espectadores acumulados de La Romareda, que ha acogido 7 duelos.

En el debe del estadio azul se encuentra la media de ocupación, que está por debajo de la mitad. El Tartiere tiene una capacidad de 30.500 espectadores y van de media 13.571. La ocupación es de un 44,5%, un dato que contrasta con la de otros clubes con estadios con menos capacidad como el Córdoba (62,3% de ocupación), el Cádiz (64,8%), el Rayo Vallecano (58,9%) o el Reus, que es el que presenta un mejor promedio de ocupación con un 90,2%. El estadio del conjunto catalán tiene una capacidad de 4.300 espectadores y va una media de 3.882.

La asistencia al Tartiere ante el Levante fue de 14.361 espectadores, la tercera mejor de la temporada tras las cosechadas ante el Rayo Vallecano (14.628) y ante el Numancia (14.392). Todas estas cifras fueron facilitadas por el club azul el día de los citados partidos. El asunto de la asistencia al Tartiere genera a veces cierto debate en el oviedismo. El pasado sábado, las dos tribunas y uno de los fondos presentaban tan buena ocupación que se hacía muy difícil pensar que en el cómputo global había menos de media entrada.