La Segunda División es una categoría muy complicada e igualada.

Tras la victoria de la semana pasada ante el líder, el Real Oviedo parecía haber aprendido de los errores cometidos ante la SD Huesca pero, en una muy desapacible tarde madrileña, esos mismos errores volvieron a aparecer y motivaron que los azules se llevaran un fuerte varapalo.

Si en Huesca los de Hierro no habían disparado puerta durante todo el partido, en la primera mitad sobre el césped de Santo Domingo el Oviedo no pisó tampoco el área rival.

Ante estas circunstancias el equipo de Hierro lo fió todo a su seguridad defensiva pero cuando esta no responde al nivel habitual no queda apenas respuesta posible para justificar su partido.

Comenzó el encuentro en Alcorcón con el guión habitual. Un Oviedo que quería que pasasen pocas cosas en las áreas y agazapado en busca de su oportunidad. El balón rondaba la meta azul pero, sin mucho sufrimiento, se mantenía el empate en el marcador.

Todo cambió al cuarto de hora. Un balón colgado al segundo palo cogió a Juan Carlos a media salida. Pablo Pérez de cabeza devolvió la pelota al otro poste donde David Navarro solo tuvo que empujar a placer.

Si se esperaba una reacción de los de Hierro, esta no se produjo. Como decimos no hubo un solo disparo del Oviedo durante esta primera mitad. Lo mejor que podía ocurrir era el paso por vestuarios para refrescar ideas pero poco antes del intermedio Toribio marcó el segundo tanto.

Remate de volea forzado desde la frontal que Juan Carlos, con todo a su favor, intenta despejar de puños pero acaba introduciendo en su propia portería.

Con todo en contra buscó Hierro la reacción a través de unos cambios muy agresivos. Una apuesta a todo o nada que en esta ocasión salió cruz.

El equipo se desequilibró en exceso y jugando siempre al límite acabó pagando los errores propios y las virtudes de una AD Alcorcón que estaba muy cómoda sobre el campo.

Primero marcó David Rodríguez tras recibir un pase de la muerte de Pablo Pérez. Repitió el delantero al aprovechar una mala cesión de Verdés sobre su portero y aunque Pereira redujo pronto distancias solo fue un espejismo dentro del mal partido de los asturianos.

Plano conseguiría el quinto y definitivo cuando se apuraban ya los últimos minutos de un partido para olvidar y del que pocas consecuencias positivas se podrán sacar.

Quince días después el Real Oviedo repitió su mal partido frente a la SD Huesca. Solo queda esperar que la próxima semana repita su fenomenal encuentro en casa de hace siete días frente al Levante.

Ese encuentro se disputará a las 16:00h del próximo domingo frente al Nástic de Tarragona en un Carlos Tartiere en el que parece que el Oviedo se muestra mucho más regular.