Jorge Menéndez Vallina, presidente del Oviedo, hace un alto antes de brindar para saludar a Amaro, que desde su silla de ruedas le dice que al equipo lo ve "así, así", pero que, en el fondo, es optimista. Marcelino, mientras tanto, resalta ante los presentes que es socio desde 1958 y que no se pierde un encuentro. "Aunque llueva o haga frío", comenta con orgullo. En plena conversación irrumpe otra veterana aficionada. "Yo pagaba tres pesetas por ir a ver al Oviedo. ¡Ahora es muy caro!", comenta ante la carcajada general. El club azul celebró ayer su tradicional brindis con los medios con un cambio de escenario incluido. El acto, que solía desarrollarse en El Requexón, tuvo lugar en la residencia Ovida, colaborador del club, para el gozo de los residentes.

"El balance del año es positivo", señala Menéndez Vallina mientras muestra la copa de sidra en alto. Junto al presidente, han acudido al acto César Martín, responsable de relaciones institucionales; el entrenador Fernando Hierro y los capitanes Erice, David Fernández y Susaeta. Es el entrenador el que invita a los veteranos seguidores presentes a acompañarles en la fotografía. Vallina continúa su escueto discurso: "El club está estabilizado en lo económico y en lo deportivo nos estamos consolidando y aspiramos a ir a más. Para 2017 deseo lo que todos queremos: que el Oviedo esté lo más alto posible. Os deseo a todos lo mejor, que el año que entra sea beneficioso en todos los aspectos"

A la hora de desgranar la óptima situación financiera, la inminente ampliación de capital (el club tiene un mes para iniciarla desde su aprobación en la pasada junta de accionistas del 14 de diciembre) ocupa un lugar preferente. Vallina se muestra optimista sobre su desarrollo: "La ampliación se hace pensando en inversores de fuera, por eso lleva la prima de emisión. Creo que van a acudir unos cuantos inversores, seguro. Sí que hay esperanzas de que entre gente".

Marcelino Álvarez, el socio 117, que ha seguido el acto con mucha atención, mantiene nítidos sus mejores recuerdos. "Yo he visto jugar a Lángara y a Herrerita. El primero chutaba muy fuerte, era un goleador, pero Herrerita era el mejor: cogía el balón y ya nadie se lo quitaba", señala. ¿Y ahora? "Las cosas son diferentes. Al equipo lo veo irregular: sube y baja, sube y baja? Espero que en la segunda vuelta remontemos". A sus 92 años, el aficionado expresa su deseo: "Volver a ver al Oviedo en Primera, que ya me toca".