En una de las mesas del bar de El Requexón había ayer varias botellas de sidra champanada, un roscón de reyes de bollo suizo con crema y las copas suficientes para brindar por la vuelta del mejor Oviedo. Se trataba de pasar un rato agradable, cuerpo técnico y medios de comunicación, de compartir un momento, todos mezclados, de los que apenas quedan en este fútbol actual tan entregado a la bunkerización.

La idea partió de Fernando Hierro, un tipo cercano y sin aparentes dobleces con quien el club azul ha dado un notable salto por dentro con detalles, como este o muchos otros, que no se ven ni en los partidos ni en las ruedas de prensa.

El técnico brindó por un deseo que ayer, en su primera rueda de prensa del año, quiso dejar bien claro: "Que se cumplan los sueños de este club, de esta ciudad y de su afición". En realidad, el malagueño no es de los que se apresuran en alzar la vista sino de los que se fijan en el siguiente partido, como ha repetido una y otra vez, pero ayer, que era el día de la ilusión, tocaba "quitarse la careta" y concretar el objetivo, ahora que el equipo afronta su último partido de la primera vuelta. "El objetivo común es pelear por los primeros puestos. Nos tenemos que quitar la careta. Por eso vamos a pelear", señaló.

Nada nuevo si se tiene en cuenta los mensajes de los futbolistas durante las últimas semanas. Después de 19 partidos, la plantilla sabe que la inercia en la Segunda División cambia en menos que canta un gallo y que lo importante es llegar con opciones "a los dos últimos meses de competición". Pero también saben los futbolistas azules que, como en un sprint de una etapa ciclista, hace falta ir cogiendo posiciones desde ya. Christian Fernández dijo el jueves que ahora empezaba lo "de verdad". Ayer Hierro, sin ser contundente, fue en esa dirección: "Tenemos que sumar porque estamos en la fase donde cada punto vale ya su peso en oro. Lo importante son esos dos últimos meses, pero es mejor llegar a esas fechas sin sufrimiento", afirmó, y destacó la importancia de que "el equipo vaya cogiendo moral con los resultados".

Para eso, para poder empezar consiguiendo un buen resultado en Sevilla (mañana, 20.00 horas), el entrenador andaluz dio la receta, que tiene que ver bastante con lo psicológico: "Necesitamos confianza, creer en lo que hacemos, creer en nuestra propuesta. Necesitamos creer que somos mejores", dijo. Creer. Creer para mejorar. "Al principio encontramos esa fortaleza defensiva. Luego ha habido partidos, con cuatro y cinco goles en contra, que no reflejan la realidad de nuestro trabajo. Podemos dar mucho más. Defender mejor, atacar mejor, tener más tranquilidad con el balón. Tenemos mucho margen de mejora", afirmó.

Hierro quiere plasmar esa mejora en el Sánchez Pizjuán frente a un equipo, el filial sevillista, que el entrenador calificó de "dinámico, descarado y atrevido" y que "abre mucho el campo, pone gente entre líneas y llega con mucha gente a la zona de remate". El técnico dirigirá hoy por la mañana su último entrenamiento antes del partido. El equipo viajará a Sevilla en tren y regresará en avión el lunes por la mañana, para llegar a mediodía a Oviedo.