El año nuevo es siempre una fecha propicia para dejar atrás viejos vicios del pasado y con esa idea partía el Real Oviedo en su visita al Sánchez Pizjuán. Sin embargo ese propósito de enmienda pronto quedó atrás en otra primera mitad de un equipo timorato en ataque y con una fragilidad defensiva alarmante.

Ya son 16 los goles encajados en los últimos 4 partidos como visitantes y además con la sensación de que el rival no debe hacer demasiado para conseguirlos. Todos los "accidentes" caen del lado ovetense y así ocurrió en los dos primeros tantos.

Un penalti en el que Fernández no parece realizar ni un solo gesto para derribar al rival y un gol en propia puerta de Verdés al intentar despejar un centro lateral pusieron muy cuesta arriba un partido en el que el Real Oviedo no reaccionó hasta su paso por vestuarios cuando el marcador ya reflejaba una desventaja de 3 goles tras aprovechar Fede San Emeterio un nuevo regalo defensivo.

Comenzó el Real Oviedo de Fernando Hierro con una pequeña revolución en el once inicial. Erice, Torró y Rocha formaron un trivote en la parcela central para detener las acometidas del filial sevillano mientras Nando y, la gran novedad, Jorge Ortiz jugaban a pierna cambiada con Linares en la punta de ataque.

El partido resultaba igualado inicialmente pero el Oviedo no supo reaccionar ante el resultado adverso y el 3-0 en el marcador parecía un "dèjá vu" demasiadas veces repetido en las mentes de los aficionados azules en los partidos a domicilio.

Tras el descanso Fernando Hierro cambió totalmente sus planes. Debutó Saúl Berjón, en el lugar de Ortiz, dejando destellos y muestras de su calidad, y Toché en la plaza de uno de los integrantes del trivote para pasar a jugar un 1-4-4-2.

El partido se volvió loco en esta segunda parte. Cinco nuevos tantos subieron al marcador pero siempre que el Real Oviedo creía tímidamente en, al menos, el empate era golpeado a continuación con el mazazo de un nuevo tanto local.

De esta forma nunca los azules se vieron dentro del partido pero al menos demostraron un dinamismo y una intensidad de la que adolecieron en toda la primera mitad y que recuerda demasiado a partidos pasados.

Con esta nueva derrota los asturianos se quedan con 26 puntos. Cuatro por encima de los puestos de descenso y a seis de los de promoción de ascenso a la espera de afrontar dos partidos decisivos en su campo del Carlos Tartiere.

Elche CF y Real Valladolid serán la piedra de toque en la que deberá medirse el equipo azul para despejar cuales deben ser los objetivos futuros de este Real Oviedo.