Acuciado por una crisis de identidad y resultados, Fernando Hierro y sus hombres de confianza pensaron en un cambio de registro. La variación de dibujo había salido bien en Cádiz, en una situación similar de asfixia, ¿por qué no podía repetirse resultado? Así que el cuerpo técnico dio el paso y plantó ante el Elche un 4-4-2 que mostraba un estilo más directo y agresivo. Si el equipo siempre había atravesado problemas en la creación, quizás iría mejor con transiciones más rápidas. El Oviedo ganó al Elche y, aunque atravesó momentos de dificultad, llegó con facilidad al área rival. Chutó 14 veces (su tercera mejor marca de la temporada) y 9 de ellas fueron a puerta (el récord de esta campaña). Con Toché y Linares como doble referencia en ataque y Berjón y Susaeta como cooperadores desde la banda, el equipo se mostró más ofensivo que nunca.

Y la apuesta tiene visos de continuidad. Hierro salió satisfecho de la prueba y el Oviedo mantendrá el 4-4-2 en su duelo del sábado ante el Valladolid. El cambio de dibujo tiene unas características muy marcadas: asegura una mayor presencia ofensiva a riesgo de perder el control en el medio del campo, ofrece un estilo más directo y facilita una presión más agresiva. En líneas generales, es un dibujo que premia a los delanteros. El peligro llega cuando los rivales superan la primera línea de presión, ante la posible inferioridad en el centro del campo. La zaga, en líneas generales, también está más expuesta que con el 4-1-4-1 que convirtió durante gran parte de la temporada la solidez defensiva en marca de la casa.

Los 9 disparos a puerta ante el Elche suponen el mejor aval ofensivo para el nuevo dibujo. El récord de tiros entre los tres palos era hasta el sábado pasado de seis intentos, los logrados ante el Sevilla Atlético, Nàstic, Alcorcón, Tenerife, Numancia y Almería. Los 14 remates totales también son una buena marca, la tercera mejor del curso exactamente. Solo ante en Nàstic (15 intentos) y Lugo (18), en ambas ocasiones en el Carlos Tartiere, los azules chutaron en más ocasiones.

Un rápido análisis del nuevo dibujo, apoyado en la estadística, sirve para señalar a algunos futbolistas como los grandes beneficiados. Evidentemente, los más satisfechos con el 4-4-2 son los de arriba. Toché, por ejemplo, siempre ha manifestado que prefiere jugar acompañado de otro ariete. Para Linares, este dibujo supone que abandone la banda, lugar al que emigra en el 4-1-4-1. Un hombre como Susaeta, con precisión para poner centros, es otro de los beneficiados. "El 4-4-2 exige cosas diferentes. Tengo que cerrar un poco más cuando toca defender. No estar tan pegado a la banda, sino juntarme al medio, ayudar al pivote. Un punta debe juntarse con el medio defensivo de ellos normalmente. Requiere más basculación", analiza Susaeta sobre la fase defensiva. "En ataque, cuando estás más abierto, nuestros dos puntas fijan a su defensa y normalmente suele haber más espacio en la banda, para el uno contra uno. Y tengo que poner centros. Tenemos gente como Linares, Toché o Michu que van muy bien de cabeza", añade sobre su labor ofensiva en el 4-4-2. "Una de mis características es el centro, a mí me gusta este dibujo. Todo lo que sea centrar y que se generen espacios para encarar me viene bien. Yo estoy cómodo con el 4-4-2", cierra su análisis sobre el sistema.

El 4-1-4-1 reforzaba el centro del campo y situaba a Lucas Torró, hombre de la confianza absoluta de Hierro, como pieza maestra en el engranaje. Ahora la condición de hombre clave parece recaer en Toché, el encargado último de finalizar las jugadas, como demostró en el primer tanto ante el Elche. Junto al murciano, Linares parece de momento el compañero ideal. Cuando Michu se recupere, el asturiano peleará con el aragonés por un sitio en el once, con Pereira como otra de las alternativas,

En las bandas, también existe una fuerte competencia. Saúl Berjón se presenta ahora mismo como indiscutible, tras su brillante puesta en escena del Tartiere. Susaeta parece dispuesto a superar la irregularidad de la temporada como alternativa en la derecha, aunque Nando también ha sido empleado por Hierro en determinadas ocasiones.