La buena sintonía entre las aficiones del Oviedo y del Valladolid convirtió los aledaños del Tartiere en una fiesta futbolera. Unos 1.200 aficionados del Valladolid animaron desde primera hora de la mañana las calles del centro de la ciudad las cercanas al estadio. Oviedistas y pucelanos se mezclaron, cantaron juntos y disfrutaron de una jornada sana y sin incidentes. Dentro del Tartiere, las dos aficiones se dedicaron cánticos una a la otra, como es habitual cuando se enfrentan dos equipos que están hermanados. La asistencia al recinto oviedista quedó fijada en 14.306 espectadores, la cuarta mejor entrada de la temporada por detrás de la del día del Rayo (14.628), Numancia (14.392) y Levante (14.361). La pero entrada fue ante el Elche, la jornada pasada, con 11.975 espectadores, todo según datos facilitados por el club.