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Entrenarlos es un placer

Álex Díaz, técnico del primer equipo infantil, y Javi Cordero, del segundo, coinciden en que "es un gustazo dirigir a estos chicos"

"Son muy buenos chavales, es un gustazo entrenar a estos chicos". Esta frase es la que más repiten los entrenadores del primer y del segundo equipo infantiles del Real Oviedo, Alex Díaz y Javi Cordero, respectivamente. Como todas las categorías de la cantera azul, la infantil está compuesta por dos equipos: el primero con los jugadores de segundo año, y un segundo equipo con los que acaban de subir desde alevines. La excepción son tres jugadores que de alevines han ido directamente al primer equipo por sus condiciones.

Se trata de una categoría importante. Es la primera vez que juegan en un campo de fútbol 11. Antes han pasado por la pista y por el campo de fútbol 8. "Tardan muy poco en adaptarse", explica Javi Cordero. Otra de las cosas que marcan a estas edades es la evolución física. Tiene entre 13 y 14 años y, por lo tanto, están en el inicio de la adolescencia. Los cuerpos están cambiando y eso se nota en el campo. "Tienen que dar ese cambio físico, la categoría infantil es la más desigual en cuanto a físico. Te encuentras con chavales nacidos en 2003 con cuerpos de alevines y a otros con un año más con cuerpo de cadetes. Están en pleno cambio", cuenta Alex Díaz.

Los dos equipos están bien situados en la clasificación. El primero es segundo en Primera categoría y el segundo está empatado con el Real Avilés en el primer puesto del grupo 2 de Segunda. Si bien, no son los resultados deportivos lo que más le preocupa a los entrenadores. "En el Oviedo los chicos saben donde están y en el caso de mi equipo forman un muy buen grupo, nos preocupan los valores además del fútbol. Muchas veces donde más compiten es en los entrenamientos porque ellos están entre los mejores de su generación", añade Alex Díaz.

Javi Cordero, por su parte, reconoce que los suyos llevan la competitividad en la sangre: "El otro día ante el Lealtad, en un partido que estaban haciendo las cosas bien, llegaron a ir perdiendo por 3-0 y se enrabietaron hasta conseguir darle la vuelta al marcador y terminar ganando el partido 3-5".

Pero por encima de todo, asegura Javi Cordero, "son chavales humildes y saben que tienen que seguir aprendiendo". El entrenador azul sólo les pone un requisito que todos tienen que cumplir sin excusas: divertirse mientras juegan. "Si no se divierten tenemos un problema. El jugador es el protagonista y tienen que pasárselo bien", concluye.

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