Como buen defensa, Hierro lanza balones fuera. Prefiere no dar pistas sobre lo que planea para el partido de Almería. La semana ha dejado algunas pruebas sobre el césped y muchas sesiones a puerta cerrada, tres en total, por lo que intuir el sistema con el que el Oviedo va a jugar en Almería es complicado. Hierro prefiere mantener el misterio cuando se le pregunta por el asunto. "Ya sabéis que yo no soy de sistemas", se limita a comentar. La defensa con tres centrales y dos carrileros largos, que ya probó en alguna ocasión en pretemporada, se presenta ahora como una de las alternativas para frenar la sangría defensiva fuera de casa. El entrenador sigue dándole vueltas a la cabeza para presentar el equipo más competitivo posible. La firme intención es la de volver a sumar fuera de casa, algo que no se logra desde el pasado octubre.

De vuelta al debate sobre el dibujo, Hierro amplía su explicación: "Yo intento situar a los jugadores para que salgan a relucir sus virtudes, pero no soy de un dibujo cerrado. Suelo cambiar durante el año". Así, la defensa con tres centrales es una posibilidad, pero no será hasta el domingo, cuando se dé la hoja de alineaciones cuando se sepa si se lleva a la práctica en Almería. Lo que sí deja claro el entrenador es el plan a seguir. "Lo ideal es que no se note la diferencia con el Oviedo que juega en el Tartiere, Tenemos que saber leer el partido y pensar que no nos influye jugar fuera de casa", analiza.

Y en la tarea de lograr volver a sumar, los azules no lo tendrán fácil. Así lo cree Hierro a pesar de la mala situación del Almería, penúltimo en la tabla: "Es un conjunto que no hace mucho tiempo estaba en Primera, que tiene buenos jugadores y un entrenador que conoce perfectamente la categoría. El estadio Juegos Mediterráneos siempre es difícil".