Carlos de Pena, extremo uruguayo de 24 años (25 el próximo 11 de marzo), será, si no hay ningún contratiempo de última hora, el tercer fichaje del Real Oviedo en este mercado invernal que finaliza hoy. El futbolista sudamericano, zurdo y con buen golpeo de la pelota, pertenece al Middlesbrough, el popular Boro de la Premier League que entrena Aitor Karanka, viejo conocido de Fernando Hierro en el Real Madrid. De Pena pasó ayer reconocimiento médico en Oviedo y, si nada se tuerce, se pondrá de manera inmediata a las órdenes de Hierro. Se trata de un refuerzo para la banda, el recambio que ha encontrado el club azul a Christian Espinoza, cuyo fichaje se truncó la semana pasada por una lesión imprevista cuando ya había acuedo entre todas las partes.

El extremo uruguayo, formado en el Nacional de Montevideo y por el que el Middlesbrough pagó 2,4 millones de euros en septiembre de 2015, avisó a sus compañeros de que se iba el sábado a través del Whatsapp. En el grupo que comparten algunos de los futbolistas del club inglés, De Pena anunció que se marchaba a España y quedó en pasar a despedirse. No le dio tiempo porque se tuvo que ir antes de lo previsto. Ayer, según diversas fuentes, ya estaba en Oviedo para realizar el chequeo médico y sumarse a las filas azules, previsiblemente en calidad de cedido hasta final de temporada. Al cierre de esta edición la entidad carbayona estaba a la espera de cerrar los últimos flecos para hacerlo oficial la operación.

¿Cómo es Carlos de Pena? Contesta Álvaro Negredo, futbolista internacional español, campeón de Europa, ex de Valencia o Sevilla y compañero de De Pena en el Middlesbrough: "Es un zurdo muy trabajador, muy currante, que prefiere jugar de extremo, que tiene buena técnica y que centra muy bien".

En realidad, De Pena no tuvo muchas oportunidades en el equipo de Karanka. En temporada y media jugó 10 partidos y no metió ningún gol. El Middlesbrough lo fichó en septiembre de 2015, cuando militaba en la Segunda División inglesa. Pagó por él a Nacional de Montevideo casi 2,4 millones de euros. Esa temporada, la de su estreno en Europa (2015-2016), De Pena sólo disputó diez partidos (seis ellos en Liga, tres de titular) y no marcó ningún gol. El Middlesbrough acabaría ascendiendo a la Premier League, categoría que alcanzó en mayo del año pasado. Esta temporada, De Pena no disputó ningún partido con el primer equipo, lastrado al principio por problemas físicos. El último duelo oficial que disputó, según consta en las estadísticas, data del 9 de febrero de 2016.

Álvaro Negredo llegó al Middlesbrough el pasado mes de julio, tras el ascenso a la Premier. Rápidamente conectó con De Pena. Le vio en entrenamientos y en partidos con el filial. Los dos se sentaban al lado en el vestuario y los dos se quedaban después de los entrenamientos un rato más, De Pena centrando y Negredo rematando. "Es un extremo, le gusta la banda, se encuentra bien ahí", señala Negredo en conversación con LA NUEVA ESPAÑA. "Ayuda mucho en defensa, trabaja mucho y tiene un muy bien último pase", añade.

El internacional español también destaca del nuevo fichaje azul su carácter afable y tranquilo. "Es un chaval nada problemático, que se integra muy bien, que no entra en conflictos", dice, y añade: "Es un tipo que siempre suma. No dio problemas a pesar de que su situación (no tenía oportunidades) no era fácil. Un encanto de chaval. Amí me ayudó mucho con el idioma cuando llegué", señala.

La trayectoria de Carlos de Pena es fácil de resumir: cuatro temporadas en el Nacional de Montevideo, con quien ganó un torneo Apertura (2014) y un campeonato uruguayo (2015); y campaña y media en el Middlesbrough. En el Nacional, equipo del que es hincha, jugó durante tres temporadas completas, de 2012 a 2015, con un balance de 70 partidos jugados y 18 goles anotados entre Liga y otras competiciones. En el conjunto uruguayo llegó a debutar (febrero de 2013, con 20 años) en la Copa Libertadores, la Liga de Campeones de Sudamérica.

Activo en las redes sociales, Carlos de Pena está representado por una agencia uruguaya propiedad del empresario Francisco Casal, un viejo conocido del Oviedo, con quien el club azul trabajó en la década de los noventa haciendo operaciones como las de Mateo Corbo, Juanchi González o Dely Valdés.