Hierro ya tiene la plantilla completa. La petición del técnico era la de gozar de un grupo competitivo y amplio para afrontar con garantías la segunda parte de la competición. La apuesta es firme por una plantilla con alternativas: 25 jugadores se entrenarán a partir de ahora a las órdenes del malagueño además de Alfonso Herrero, guardameta del filial que se ejercita habitualmente con el primer equipo. La dirección deportiva ha buscado futbolistas que complementen la idea inicial creada el pasado verano. Hierro, que siempre se confiesa contrario a los sistemas cerrados, cuenta ahora con un amplio abanico para plantear los partidos. La solidez de Costas, la profundidad de De Pena, el talento de Berjón o la calidad de Borja Domínguez parecen aumentar las posibilidades tácticas del Oviedo en esta segunda mitad de la competición.

La portería no ha sufrido variaciones. La apuesta de Hierro por Juan Carlos como titular permanece inalterable, y así lo ha demostrado en repetidas ocasiones en la sala de prensa. La presencia de Esteban como segundo también da tranquilidad. Hombre de la casa, el avilesino aporta sosiego a casa azul.

En defensa apenas se han dado un par de retoques. Se fue Peña, rumbo al Getafe en busca de minutos, y los azules cubren su ausencia con Christian Fernández, de similares características. La novedad es David Costas, central rápido y con buena salida. Se puede adaptar a una defensa de cuatro o a una con tres centrales. Por sus condiciones parece que peleará por el puesto con David Fernández, como complemento de Verdés, más expeditivo.

El centro del campo ha acumulado el mayor número de operaciones. Las bajas se deben a una cuestión de rendimiento. Ni Edu Bedia ni Alaniz rindieron cuando se les dio la oportunidad y el club les enseñó la puerta de salida. Las llegadas buscan nuevos registros. El caso más claro es el de Borja Domínguez, pivote procedente del Córdoba, que viene para cubrir una necesidad básica, la del pivote con claridad en la salida de la pelota. El Oviedo había sufrido en este aspecto en los diferentes dibujos ensayados por Hierro. Ni el 4-4-2, ni el 4-2-3-1, ni el 5-3-2 han mostrado a un Oviedo cómodo con la pelota. El nuevo pivote, habitual en los onces de Carrillo los dos últimos meses, puede adaptarse a cualquier sistema. Su función parece clara: ser el encargado de la construcción de la jugada. Parece complementar perfectamente a Torró, Erice y Vila, pivotes de perfil más defensivo.

La de Berjón ha sido la incorporación de más relumbrón en el mercado invernal azul. El canterano ayudará en varios frentes. Excelente en el golpeo de balón, siempre ha destacado como asistente. Tiene desborde y calidad para asociarse. Se le vio incómodo en el 5-3-2 actuando por dentro, pero muy suelto en el 4-4-2, en la izquierda. Un dibujo con bandas casa con su juego.

La profundidad es, según los que le conocen, la principal característica de Carlos de Pena, el fichaje diferente. Sin continuidad en la Premier, juega a favor de su llegada su necesidad de demostrar su talento. Su hambre. Zurdo que se desenvuelve por ambas bandas, coincide con Saúl Berjón en que se adaptaría mejor a un sistema con alas. La competencia en los extremos se presume ahora feroz: Susaeta, Nando, Ortiz, Berjón y De Pena lucharán, en principio, por dos puestos en el once.

La delantera tampoco ha sufrido cambios. Es la línea más alabada por los rivales cada fin de semana y un seguro de gol con los Toché, Linares, Michu y Pereira. El 4-4-2 es el dibujo que más premia a este grupo.